CLÁSICOS (muy) POPULARES
“Que se tiene por modelo digno de imitación”. El DRAE no puede ser más explícito. Con estos productos de toda la vida —convenientemente actualizados— su tocador será eso: digno de imitación.
Suena a ciencia ficción, pero sucedió tal cual. En los años cincuenta, en plena Guerra Fría, el Ministerio de Defensa del Reino Unido llegó a recomendar Nutrix de como Lancôme “la única crema remedio en caso de ataque nuclear”. Afortunadamente, sus bondades solo fueron necesarias en su aspecto más convencional: hidratar y nutrir. La anécdota nos sirve para ilustrar cómo ciertos cosméticos pueden generar tanta confianza que resultan, a la postre, imprescindibles. Y más cuando han sido convenientemente actualizados. Es el caso de Absolue, la “crema prodigiosa”, como la llamaba el fundador de Lancôme, Petitjean, y que 50 años
Armand después ha ido incorporando activos para, además de luchar contra el envejecimiento cutáneo, proteger la piel de las agresiones ambientales. Eso sí, su agradable fragancia se ha mantenido intacta. Otro ejemplo: los perfumes de Loewe. Si necesita reponer existencias de Aire, Agua o Aura, por citar tres de las ocho que componen esta familia, que no le sorprenda su nuevo envase moderno y minimalista: el aroma es el mismo. Porque ¿qué es un clásico sino algo simplemente… perfecto?