Lo VERDE no empieza en los PIRINEOS
Si le gusta la dieta mediterránea, le encantará la belleza ‘made in Spain’. Productos de cercanía con ingredientes excepcionales y naturales que, además, son fruto de la investigación y del emprendimiento.
Este proyecto es una oda a las mujeres que me han inspirado. Todas comparten una cosa: su belleza natural”. Así anunció Nuria Val el lanzamiento de su línea de cosmética, Rowse. Y estaba siendo completamente sincera. Cuando la fotógrafa dice natural, no se refiere solo a la ausencia total de artificios. En apenas un par de años su marca cosmética se ha convertido en una de las más alabadas gracias a sus ingredientes vegetales —aceites, aguas florales, arcillas…—, a la simplicidad de sus rutinas —su protocolo para pieles grasas, por ejemplo, consta de un jabón sólido, un agua tonificante de romero y dos aceites nutritivos, uno de jojoba para el día y otro de cáñamo para la noche— y, sobre todo, a sus resultados. Rowse promete un cutis de aspecto jugoso y saludable, y vaya si lo cumple. Val y su socia, Gabriela Salord, han seguido la estela de otra emprendedora española, Mónica Ceño Elie-Joseph, cuya firma The Lab Room, creada en 2004, fue pionera en España en el uso de extractos botánicos y, en particular, en la implantación de un término, holístico, con el que estamos plenamente familiarizados. Hoy su mascarilla capilar de cedro es uno de sus superventas. Hablando de cabello: si todavía no ha probado el champú con sal marina de Modesta Cassinello, ya está tardando. O el suero de Lico Cosmetics, la compañía de la ingeniera sevillana Estefanía Ferrer que viaja hasta el desierto del Kalahari o la Amazonia en pos de las materias primas más excepcionales. Por lo pronto, Juan Roig las ha fichado para Lanzadera, su “incubadora” de empresas. ¡Tiembla, Gwyneth Paltrow!
LICO COSMETICS, DE LA
SEVILLANA ESTEFANÍA
FERRER, HA CAPTADO LA
ATENCIÓN DE JUAN ROIG