Las REGLAS del COMPROMISO
El tiempo pasa, pero las joyas quedan. En especial, aquellas que sellan un acontecimiento tan especial como es una boda. Y si en algún sitio lo saben bien es en Durán Joyeros, la casa española por excelencia.
Un modelo, un heredero de origen griego, un actor y un empresario —Carter Reum, quien, todo apunta, se convertirá finalmente en su esposo—, en los últimos tiempos Paris Hilton ha anunciado su boda hasta en cuatro ocasiones, todas con pretendientes diferentes y en escenarios completamente distintos. En todas, la heredera, socialite y DJ ha respetado siempre la tradición y exigido una joya de compromiso. La última, un anillo con un diamante talla esmeralda inspirado en el techo del Grand Palais de París obra del joyero francés Jean Dousset y valorado en más de un millón y medio de euros. Un diseño similar al que su bisabuelo,
Conrad, ofeció a Elizabeth Taylor para sellar su amor en 1950. Fue el primero de los ocho matrimonios de la actriz.
Si las aventuras amorosas de los Hilton hubiesen transcurrido —o transcurriesen— en España, habrían acudido sin duda a la casa por antonomasia: Durán Joyeros, donde presumen —con razón— de ser los orfebres de confianza de varias generaciones desde su fundación en Madrid en 1886. Por eso son expertos en este tipo de alhajas tan estrechamente ligadas a un acontecimiento eminentemente familiar. En su nueva colección hay clásicos como el solitario o la pulsera Rivière, pero también sortijas de aros entrelazados e inspiración minimalista. Y, aunque predominan el oro blanco y los diamantes —como mandan los cánones—, incluye la aguamarina. Con otra piedra de color, el zafiro, se comprometió Liz Taylor por segunda vez. Pero esa es ya otra historia…
EN LA NUEVA COLECCIÓN
DE DURÁN JOYEROS
PREDOMINAN LOS
DIAMANTES, PERO TAMBIÉN
HAY PIEDRAS DE COLOR
COMO LA AGUAMARINA