El milagro venezolano
Además de producir uno de los mejores rones del mundo, Santa Teresa ha transformado con sus iniciativas sociales uno de los lugares más peligrosos de toda Venezuela.
En la era pospetrolera el éxito en Venezuela va a venir del trabajo, y el venezolano sabe trabajar”, dice Alberto Vollmer (Caracas, 53 años), presidente de Ron Santa Teresa. “Me han acusado de muchas cosas, sobre todo de optimista, pero yo pongo el optimismo en la gente. Como país hemos cometido muchos errores, pero tengo mucha fe en los recursos humanos de Venezuela para que tengamos un futuro mejor”. Vollmer, representante de la quinta generación de la familia al frente de Santa Teresa, confía ciegamente en las personas y en sus equipos. También en las segundas oportunidades. De cara al exterior, su mayor logro empresarial es haber colocado su ron premium, Santa Teresa 1796, entre los mejor considerados del mundo, a pesar de solo poder exportar el 25% de la producción; o facturar casi 100 millones de euros manteniendo su sede en un país anegado por la inflación y que ha sufrido una caída del PIB de más del 80% desde 2013. De puertas para dentro, su éxito es la creación del Proyecto Alcatraz, una iniciativa que ha reinsertado a 200 jóvenes pertenecientes a 11 bandas criminales de Revenga (Aragua), donde se encuentra la Hacienda Santa Teresa, transformando por completo y trayendo esperanza a uno de los lugares más peligrosos del planeta.
Su origen podría pertenecer al realismo mágico: en marzo de 2003 tres jóvenes delincuentes irrumpieron en la hacienda para cometer un robo con violencia. “Asaltaron a un guardia de seguridad y casi lo matan”, relata Vollmer. “Logramos capturarlos y les dimos la opción de trabajar para nosotros para compensar su delito o entregarlos a la policía. Ellos aceptaron, se lo contaron al resto y al poco teníamos a los 22 miembros de la banda trabajando para nosotros. Luego reclutamos a la banda enemiga y ambas hicieron las paces, con lo que se corrió la voz y pronto empezaron a venir miembros de otras bandas a pedirnos trabajo”. Además de
“COMO PAÍS HEMOS COMETIDO MUCHOS ERRORES, PERO TENGO MUCHA FE EN EL FUTURO Y EN LA GENTE DE VENEZUELA”
oportunidades laborales, el Proyecto Alcatraz utiliza el rugby y sus valores como armas para la reinserción. Y en los últimos 18 años Revenga ha sido testigo de un milagro: hasta 11 bandas criminales han sido desarticuladas sin intervención policial y sin usar la violencia, y la tasa de homicidios ha descendido casi un 95%. El milagro venezolano de Santa Teresa.