ENTRE FARALAES Y REBUJITOS
Ala Feria de Abril no se debe venir vestido de turista”. Con esa sentencia definía a la perfección la fiesta sevillana su invitada más ilustre, la duquesa de Alba, allá por el año 2003. La imagen de doña Cayetana paseando por el recinto ferial y bailando en las casetas de sus amigos junto a invitados como Lola Flores, Grace Kelly o Jackie Kennedy era tan familiar para los sevillanos que casi pasaba inadvertida. “Se la echa mucho de menos. Ella llegaba con su coche de mulas decorado en amarillo y era increíble”, nos cuenta Carlos Telmo, íntimo amigo de la duquesa y uno de los relaciones públicas más conocidos de la capital andaluza, que pisó por primera vez la Feria de Abril de la mano de Belén y Carmen Ordóñez, sus dos “hermanas”, a las que conoció de niño en Ronda. “La duquesa siempre iba junto a su íntima amiga Pepita, la marquesa viuda de Saltillo, y verla llegar vestida de flamenca era un espectáculo. Ella era la Feria”, recalca. Como buen conocedor de la fiesta, Telmo nos recuerda que esta es “sobre todo para los sevillanos, porque las casetas son privadas. Son como una prolongación de tu casa en la que recibes a tus amigos y no cobras por tomar nada”.
Entre las más de 1.000 casetas que conforman el Real y en las que todos quieren dejarse ver para tomar un buen plato de jamón y un rebujito —“Esa cosa tan horrible que se toma hoy, antes bebíamos vino fino de Jerez”, bromea Carlos—, se encuentran aún hoy algunas con gran solera. Destaca la del Club Pineda, “la más elegante”, fundada en 1940 y por la que se deja caer “la crème de la crème de Sevilla y personajes como la cantante lírica Ainhoa Arteta, que es íntima de las hermanas Carmen e Isabel Cobo, grandes referentes del mundo de la cultura sevillana. Arteta, incluso, cantó en el funeral de Isabel hace justo ahora un año”. Otra de las casetas de renombre son la del Círculo de Labradores, que fue levantada en 1890; la de Pinedilla, en la que solía demostrar su arte la bailaora Manuela Vargas, muy amiga de María Jiménez; la de la Asociación de la Prensa; o la del fotógrafo Manolo Gallardo, “en la que han bailado desde la duquesa de Alba a Isabel Pantoja y Rocío Jurado y a la que hoy van grandes estrellas como Pastora Soler”. Dos de las más conocidas son la de la Cadena Cope, donde está siempre Carlos Herrera con sus dos hijos, Alberto y Rocío, y sus amigos, los nuevos rostros de la jet sevillana; y la de la Pequeña Reina, de las hermanas de Juanita Reina, Loli y Teresa. Aunque para Telmo “ya nada es lo que era”, este año, después de dos de sequía por la pandemia, el alumbrado de la Feria de Abril volverá a lucir (del 1 al 7 de mayo) y por ahí pasarán rostros como los hermanos Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez, la modelo Eva González, la diseñadora Raquel Revuelta y Eugenia Martínez de Irujo —“Que va a todas las casetas, pero le encanta la de la Pequeña Reina”—. Disfrutar de la Feria es un lujo al alcance de pocos para el que hay que vestirse bien , “comer cuando te den de comer y beber cuando te den de beber. Pero, sobre todo, hay que divertirse. Es llegar, mirar a tu alrededor y te contagias del espíritu de la Feria de inmediato. Es un evento único”.