El gran regreso de Samsung a los portátiles
Los Galaxy Book 2 Pro con los que Samsung dio por inaugurado el pasado MWC de Barcelona son una excelente noticia: ultraportátiles, ultraseguros, ultraversátiles, 100% integrados en el ecosistema Galaxy.
Llevo tiempo bromeando con lo visionaria que fue Samsung al ponerle “Galaxy” a sus mejores dispositivos móviles. Con el paso de los años, Galaxy se ha convertido en sinónimo de un conjunto de aparatos que trabajan a la perfección juntos, de forma natural. De ahí que cuando llegaron los rumores de que Samsung volvía con fuerza a la informática personal, mi apuesta fuese: “Van a hacer un ordenador para la gente que tiene un móvil Samsung”. Me equivoqué, pero porque me quedé corto: pensaba que serían ultraportátiles premium hasta cierto punto, pero los han tratado como a superestrellas en diseño, peso y tecnología. Los Samsung Galaxy Book2 Pro y Pro 360 (un 2-en-1, ultraportátil y tableta, cuyo diseño cautivó a todos los asistentes a la presentación, especialmente en su tonalidad burdeos) son supernovas en esta galaxia Samsung. Sí, se integran perfectamente con los móviles y demás, es comodísimo compartir trabajo entre un móvil S22 Ultra y un Book2 Pro (y viceversa) o usar la tableta S8 como segunda pantalla (o tableta gráfica). Hacen todo lo que alguien que no quiere complicaciones puede desear: que sus cacharros se encarguen entre ellos de las cosas complicadas para sacarles el máximo rendimiento. O de novedades como esa cámara (en FullHD y con 87 grados de visión) que ahora te sigue y encuadra directamente en una videoconferencia, dando libertad a la videorreunión del día o facilitando el caos que es un Zoom cuando hay más de una persona frente al mismo aparato. Es una de esas experiencias que hay que probar, no se puede transmitir. Lo que he dicho siempre de mis Galaxys favoritos: la sensación del S Pen en los primeros Notes, los puntos de cool que se añaden a tu aura cada vez que cierras o abres un Z Flip3… Los Book2 tienen ese toque, el del aparato del que te enamoras porque hace cosas que ningún otro (y el resto igual o mejor: te estoy mirando a ti, Microsoft Surface) que te cambian la vida a mejor más de lo que puedes explicar.