BEGÜM es nombre de REINA
Pertenece a la familia real del coleccionismo y la alta decoración de Turquía, y se nota en las alhajas de su marca, Begüm Khan. Que, además de ser fabulosas… traen suerte.
Mis joyas son lo mejor que exporta Turquía, junto con las telenovelas”, dice entre risas Begüm Kiroglu, la, probablemente, diseñadora de joyas más extravagantes —y cool— del momento. Piezas realizadas de forma artesanal que presentan dos rasgos inconfundibles: sus formas —de escarabajo, ojo turco, rana o tortuga, todos elementos de reconocido carácter esotérico— y los materiales —oro, piedras preciosas como el ópalo y cristal—. Y es que Begüm, que pertenece a una importante saga de coleccionistas de arte otomano —su tío es el decorador Serdar Gülgün, a quien puede descubrir, si todavía no lo ha hecho, en el libro Ottoman Chic (Assouline)—, está especialmente orgullosa del legado imperial de la capital turca; la ciudad en la que nació, creció y vive en la actualidad, entre incursiones en el Gran Bazar y una casa que, a pesar de la pantalla del ordenador —la entrevista transcurre vía Zoom—, se adivina majestuosa. “De hecho, y volviendo al tema de las series, varias escenas de El club (Netflix) se rodaron en los jardines de mi residencia familiar,” apunta Kiroglu, que me atiende enfundada en un kimono de seda. “Me lo he puesto encima del pijama para charlar contigo, porque estoy acatarrada”, se disculpa. Lo cierto es que luce un aspecto fabuloso, rodeada de antigüedades y obras de arte y con el entusiasmo que le produce hablar de sus creaciones.
BBegüm Khan.
egüm empezó haciendo gemelos. “Mi hermano se casaba y yo quería regalarle un par original y atemporal que no tuviese un precio desorbitado. Pero no lo encontraba”, dice. Por aquel entonces, la joven aún vivía en Shanghái, donde se instaló después de estudiar Dirección de Empresas de Moda en la Universidad Bocconi de Milán, atraída por la cultura china. “Siempre me han interesado las cosas distintas a mí, soy muy curiosa”, comenta. Después de los gemelos llegaron los alfileres de corbata y toda suerte de joyería masculina —de hecho, su icono de estilo es un hombre: el marajá Yeshwant Eao Holkar II, a quien la prensa de la época encumbró como “el hombre más atractivo de Europa”— que fabricaba en un taller de Estambul donde, por probar, empezó a encargar también sus propias alhajas. “De repente, la gente intentaba comprármelas, atraída por su tamaño y su exotismo. Así que lancé Begüm Khan, mi marca, en 2012”. Un año después, Vogue Italia alababa su talento prometedor gracias a unas joyas que, ya lo habrá adivinado, son como amuletos. Pero Kiroglu insiste en que la única forma de atraer la buena suerte —y viceversa— es nuestra mente. Con todo, si puede hacerse con uno de sus ojos protectores… No lo dude.