LA MÚSICA EN TIEMPO DE DATOS
LYOR COHEN HA SIDO TODO EN LA MÚSICA: RESPONSABLE DEL AUGE DEL HIP HOP, REY DE LOS FICHAJES ASTRONÓMICOS, EXJEFE DE WARNER MUSIC Y AHORA CEREBRO DE YOUTUBE MUSIC.
No creo que internet haya acabado con el instinto”, suelta en un momento de la entrevista Lyor Cohen, un nombre sin el que no se puede entender la evolución de la música en el último medio siglo. Cohen, responsable mundial de música en YouTube, está en Sevilla con motivo de los pasados Latin Grammy, “y aquí he vivido una de las cinco mejores experiencias musicales de mi vida, una noche de flamenco a la que nos invitó Universal, y te lo dice alguien que lleva 40 años en el sector”. No es solo el tiempo, es un camino que empezó como mánager de los raperos Run DMC y lo llevó a una carrera en la que impulsó el salto del hip hop al mainstream en los años ochenta y noventa, fichando primero y gestionando después a artistas como Will Smith o el futuro marido de Beyoncé, Jay-Z. Fue también protagonista de la diversificación musical de las grandes discográficas, primero en Universal y después al frente de Warner, donde se dio cuenta antes que nadie del rumbo que tomaría el mundo en este siglo: aparte de predecir el auge de la música latina urbana, en 2006 firmó un acuerdo histórico con una primeriza YouTube para que sus artistas aprovechasen la plataforma de vídeo. Una década después, se convirtió en el responsable global de todo lo que tiene que ver con música en la plataforma.
De mirada penetrante, aire y preguntas de maestro zen e imponente altura (1,96 metros), a sus 64 años parece más interesado en aprender de todas las conversaciones que en pontificar, y deja todo a un lado cuando algo le llama la atención. Para por ejemplo toda su agenda para hablar con el rapero mexicano Peso Pluma al cruzárselo por casualidad. Instinto. “Piensa un momento en alguien cantando una balada en directo. ¿Cómo mides su relación con su público? ¿Es por el número de mecheros en alto? ¿Las camisetas que vende? Hay un elemento emocional ahí que no puedes medir”, dice. “Aquí arriba —señala su cabeza— se toman decisiones basadas en datos y hechos. En YouTube eso es el número de visionados o lo que te dicen los algoritmos. Pero sigues necesitando instinto de cuello para abajo”. Y esa es su misión en YouTube Music: la de buscar esa conexión emocional, la de comunidad, más que el número de visionados. “Todo tiene que operar al unísono”, responde cuando se le menciona uno de esos datos: que consumimos más música que nunca pero cada vez más fragmentada. “Espero que eso solo sea verdad en parte. Nosotros tenemos Shorts [vídeos verticales de un minuto], pero está pensado más para descubrir música que como forma principal de consumirla. Lo relevante ahora es crear comunidad, unir directamente a creadores y seguidores. Porque el mundo necesita más gente haciendo música, no solo grandes artistas. Ese ha sido mi reto en los últimos siete años”.