Charles SÉBLINE
DISCÍPULO DE YVES SAINT LAURENT y fan de Mickey Mouse, sus camisas visten al tout Paris. ¿Su secreto? Imaginación y popelín.
■ Inspiraciones LUGAR FAVORITO DEL MUNDO: La naturaleza, en concreto un jardín inglés (10). Me resultan de lo más románticos y evocadores. El de mi amiga Charlotte Molesworth o Great Dixter, en Sussex, proyectado a principios del siglo XX por Edwin Lutyens. DÓNDE VIVE: En París. EL MEJOR REGALO QUE ME HAN HECHO: La alfombra Alberi de Federica Tondato, alucinógena y onírica; me paso varias horas al día mirándola.
■ Lecturas
LIBRO DE CABECERA:
El sastre de Gloucester, de Beatrix Potter (9). LIBRO PARA REGALAR A ALGUIEN QUE AME: Los Sonetos de Shakespeare. COFFEE TABLE BOOK: La mirada educada, de Diana Vreeland. PRENSA World of Interiors, The New Yorker y el Vanity Fair USA de los 90, con la imaginería de Annie Leibovitz.
■ Música
UNA CANCIÓN PARA CONQUISTARLO: Don’t Stop ’til You Get Enough, de Michael Jackson. UN
CONCIERTO MEMORABLE: El Blonde Ambition Tour de Madonna.
■ Gourmet RESTAURANTE DE REFERENCIA: Le Bon Saint Pourçain en la rue Servandoni, París. PLATO PREFERIDO:
El pollo asado de mi madre. CÓCTEL: Piscine (champán con cubitos de hielo) o bellini de melocotón (5).
■ Fondo de armario ICONOS DE ESTILO: Fred Astaire (7), Ossie Clark y Mickey Mouse (1). IMPRESCINDIBLES: Un jersey de lana de Guernsey, mis botas modelo 400 de Pierre Hardy (4) y mis prendas de popelín de algodón a rayas, por supuesto (2, 3). TRAJE: Siempre a medida en Anderson & Sheppard. PIJAMA: Mi bata roja y blanca bordada.
■ Belleza
HIDRATANTE: Rejuvenating Serum de Tata Harper. PASTA DE DIENTES: La clásica de menta fuerte de Marvis (6). PERFUME: Cualquiera de Cire Trudon, la maison de velas francesa por excelencia (8).