Disimule, viene SU ‘CRUSH’
Su nombre signi ica flechazo, y es cierto que esta colección de joyas de Chanel enamora a primera vista. También su embajadora, la actriz Lucy Boynton.
“CANSADA DE LLEVAR LOS BOLSOS en la mano y perderlos, les puse una correa y los llevé en bandolera. A partir de entonces…”. Nadie mejor que Coco Chanel para valorar el encanto de lo práctico y el amor hacia lo —aparentemente— sencillo. Un norteamericano la dejó “muy contenta” con el siguiente elogio: “¡Haber gastado tanto dinero sin que se vea!”. En opinión de la diseñadora, la extravagancia anula la personalidad. “En moda, enseguida se cae en el disfraz y en la ornamentación, se llega a lo artificial. Aquella princesa, tan contenta con su chal verde donde están grabados los signos del zodiaco, solo sorprenderá a los ignorantes”, clamó en su día la modista, quien, allá donde esté, puede sonreír satisfecha con el rumbo de su maison. En especial, las joyas.
Homenaje explícito al motivo acolchado de, en particular, su célebre bolso 2.55, Coco Crush de Chanel es una colección de anillos, pendientes, collares y pulseras en oro amarillo, blanco y beige y diamantes que refleja a la perfección la pasión de mademoiselle por “la sencillez, la comodidad y la claridad”. Esos eran, a su juicio, los atributos que precisaba la indumentaria del nuevo siglo —el XX— cuando, en 1914, se instaló en Deauville para desarrollar un nuevo oficio, el de costurera. El resto es historia.
Hoy esa filosofía sigue vigente en las piezas de Coco Crush y en su embajadora Lucy Boynton. Coco no era partidaria de vestir a estrellas de cine —con la salvedad de Romy Schneider—, pero la actriz estadounidense es tan grácil y cool que haría, sin duda, una excepción. Entre otras cosas porque la protagonista de Bohemian Rhapsody luce las piezas como a ella le gustaba: “No provoca envidia, sino asombro”, ni cuesta imaginarla en la playa con un pendiente de oro blanco brillando sobre el lóbulo de la oreja muy bronceada. “El efecto me encanta”, decía. Ya sabe que Crush significa flechazo; pocas veces un nombre ha estado tan justificado. _