LA PRIMERA REPÚBLICA MARÍTIMA DE ITALIA
A principios del siglo VI, la Costa Amalfitana formaba parte del imperio bizantino de Justiniano, quien convirtió el pueblo de pescadores de Amalfi en sede de un episcopado. En aquellos tiempos, y hasta el siglo IX, todo el Mezzogiorno italiano devino en un gran campo de batalla entre bizantinos, sarracenos, normandos y algunos pueblos bárbaros que habían cruzado los Alpes tras la caída de Roma. Cada uno de ellos intentó hacer aliados en la región. Amalfi quedó alineada en la zona bizantina. En torno al año 840, con un imperio bizantino en decadencia, Amalfi se transformó en una ciudad-estado independiente. Los amalfitanos crearon una república regida por dos magistrados que se hicieron llamar dux, y crearon una nueva manera de organizarse que sentó cátedra en Italia: las repúblicas marineras, que luego imitaron Génova, Pisa y Venecia. La ciudad vivió entonces su periodo de mayor esplendor. Sin embargo, esta independencia política se vio truncada en 1073, cuando los normandos ocuparon la ciudad. Cincuenta años después, Amalfi sufrió un nuevo ataque de otro rey normando, Rogelio II, procedente de Sicilia. La ciudad volvió a ser saqueda en 1135 y 1137 por la República de Pisa. La supervivencia política era imposible. Por si esto fuera poco, un fuerte maremoto, a mediados del siglo XIV, se llevó media ciudad y desaparecieron edificios emblemáticos como el palacio ducal, astilleros y fortificaciones. El golpe de gracia lo asestó la epidemia de peste que asoló Europa en 1348 y que en Amalfi se llevó por delante a gran parte de su población.