VAMOS DE PICNIC
Vivir en el campo es mucho más que disfrutar de una casa alejada de la ciudad. Es un placer que combina la contemplación de la naturaleza y su disfrute en primera línea. Por eso nos ocupamos con detalle de los jardines de nuestras casas, el terreno fronterizo entre la vivienda y el entorno. Y, por esa razón, cuando llega el buen tiempo, es el momento de sacarle el máximo partido al jardín utilizando la zona del porche o el espacio más agradable para compartir un almuerzo, leer pausadamente o simplemente dejarse llevar por los pensamientos. Hacer un picnic es otra forma de vivir en el campo. Una práctica que en la cultura anglosajona, deseosa de sol y buen tiempo, está muy extendida. Una cesta con platos y vasos, un par de fiambreras y una botella de vino fresquita, son más que suficiente para alejarse del ajetreo laboral y plantearse qué hacer respecto a la próxima vivienda. En este número ofrecemos algunas ideas sugestivas al respecto reflejadas en las casas y hoteles rurales que hemos encontrado este mes. También aportamos sugerencias para decorar los espacios y un atractivo dossier sobre baños rústicos.