El hierro tiene una presencia muy destacada en los interiores
Sa Creu Nova combina elementos tradicionales de la arquitectura mallorquina con elementos de estilo moderno, propios de sus diseñadores. El arte, el confort y la gastronomía son elementos imprescindibles en esta casa que apuesta por la exquisitez, la excelencia, la pasión por los detalles...
Es el primer hotel urbano de esta categoría en Campos y en sus más de 2700 m², se han incorporado todos los elementos necesarios para convertirlo en un lugar donde prima el confort y un trato cálido y personalizado: habitaciones equipadas y decoradas pensando en el máximo bienestar, una relajante área de spa con servicio de masaje, piscina exterior e interior, un gimnasio, unas magníficas terrazas, un bar-coctelería, un salón de lectura y sala de estar y dos restaurantes.
Los propietarios y alma máter del hotel se enamoraron de esta antigua casa señorial en Campos en cuanto la vieron. Unos grandes amantes de Mallorca, buscaban una casa pensando en su retiro y encontraron la primera de las viviendas convertidas en hotel, Sa Creu Nova. La compraron a finales de 2014: más de 1.200 m², que finalmente decidieron convertirlos en un hotel con mucho encanto. Junto a la enorme casa había un taller de bicicletas, y al poco tiempo también lo adquirieron con la idea de construir allí un spa para el hotel. Y luego lo ampliaron con una tercera casa, perfectamente integrada y, de esta forma, consiguieron completar las 16 habitaciones y la grand suite que conforman el hotel.
El diseño, proyecto y obra, ha sido realizado por GAC 3000, un estudio de interiorismo con amplia experiencia en hostelería y restauración, retail y oficinas y con una sensibilidad especial para captar la esencia de cada proyecto.
La concepción del hotel siempre tuvo la intención de integrar un programa que uniera lo tradicional con lo moderno: un espacio único que vinculara el modo de vida de la isla con una visión contemporánea y exclusiva de turismo, comprometida con el confort y el disfrute del visitante.
Las obras duraron un año y medio: “No ha sido fácil, puesto que hemos intentado mantener al máximo el estilo de la casa”, aseguran los propietarios, que han sido especialmente escrupulosos con la obra y con la selección del mobiliario, cuidando hasta el mínimo detalle y siempre apostando por un diseño moderno con un aire clásico. “El hierro tiene una presencia muy destacada, mientras que los muebles son de diseño, e incluso algunos están ideados por nosotros. Además, el hotel dispone de una extensa colección de obras de arte, tanto en los espacios comunes como en las habitaciones”.
Uno de los pilares del proyecto fue el de la recuperación del patrimonio construido, una de las estrategias de mayor importancia en cuanto a sostenibilidad se refiere: recuperar antes de crear. El proyecto, rehabilitó en su totalidad tres antiguas fincas tradicionales respetando sus arcos, bóvedas y muros, pero integrando nuevos pórticos y ventanales. Adicionalmente, se incorporaron a la edificación elementos de construcción sostenible: el aprovechamiento de las aguas pluviales, a partir de la recuperación de un antiguo aljibe descubierto en el proceso constructivo, se realiza a través de un recolector de aguas de lluvia y aguas subterráneas para el riego y mantenimiento de las áreas verdes del hotel. Placas solares de alta eficiencia instaladas sobre la cubierta principal, procuran generar impacto cero sobre el perfil urbano existente y aportando más del 70% del calentamiento de las aguas sanitarias de uso del edificio. Se instalaron diversos componentes e intervenciones vinculados a la eficiencia energética: iluminación led de bajo consumo, recuperadores de calor en sistema de ventilación para la disminución del consumo de equipos de climatización, sistema automático de ahorro energético en habitaciones, así como ventanales y lucernarios para incentivar la iluminación natural. En primera instancia, se buscó enfatizar la relación tectónica entre los materiales, buscando realzar las cualidades de la obra original (piedra local) con nuevos materiales en su estado natural (madera de roble y acero corten). En segundo lugar, el diseño único e individualizado de cada una de las áreas comunes y habitaciones, rescatando los diversos puntos de vista del edificio original y creando nuevas perspectivas internas, dándole un mayor valor al inmueble.