Primera residencia
Una forma holística de vivir
Este proyecto de rehabilitación de Rosa Colet empezó con la búsqueda de una segunda vivienda de veraneo, pero pronto se entendió que sus posibilidades de reorganización y su adecuación tenían que responder a una nueva forma más holística de vivir y convertirse en una primera vivienda.
La planificación de esta casa partía de las experiencias que en ella se querían vivir, con los usos y necesidades que coexistían en su genuina forma de entender la vida. Ahora es una casa luminosa que fluye en libertad, comodidad, calma y buena energía. Una casa que invita a estar y disfrutar de su totalidad, mucho más allá de lo material. Una de las principales características de la distribución son las conexiones visuales que se entrelazan con los espacios y el flujo que se propicia. El espacio no termina en sí mismo, sino que siempre es un preámbulo del siguiente, tanto en los interiores como en los exteriores. Esta forma de organizar el movimiento es un constante en los volúmenes, espacios y luces, manteniendo siempre la mirada en el punto y seguido.
La casa se ha realizado como un ejercicio de coexistencia entre el programa de necesidades y la domótica y la tecnología que actuaban de envolventes. Dentro de este programa de necesidades se encuentra una oficina con la posibilidad de aislamiento para pequeñas reuniones, clases de yoga con espacio de bienestar, cocina para compartir reuniones donde la gastronomía es la reina, tres suites adaptables, piscina climatizada, zona de barbacoa, ascensor y un garaje imprescindible para coches, bicicletas, canoas, boogies y almacenamiento.
La esencia de la casa se mantiene por toda la fachada
Domótica y tecnología actúan de envolventes del proyecto
La mirada siempre se mantiene en el punto y seguido
En la fachada y el exterior en general, se ha mantenido la esencia de la casa existente, con su carpintería de madera, la cubierta de teja arábiga, la mampostería de piedra seca y sus paredes blancas, pero reformando lo necesario. Especial mención tiene el cuidado de la iluminación, para conseguir un efecto envolvente y adaptado a cada espacio. La domótica está presente en el movimiento, puesto que no hace falta ninguna pulsación para entrar en baños o terrazas ya que toda la casa está organizada con un control de movimiento y función crepuscular.
Todas las luminarias son de formas redondeadas, pasando por las esferas, los círculos o los conos. En las escaleras el aplique da la bienvenida y acompaña a la planta superior que también aparece casi como si de un cuadro se tratase. En la zona de la cocina el modelo Flow ayuda a dirigir la iluminación a los puntos concretos de especial atención, consiguiendo una iluminación más ajustada a la zona de trabajo. En los baños, se ha optado por una luz suspendida en forma de globo que se equilibra perfectamente con los espejos redondeados.
En la cocina la iluminación se ajusta a la zona de trabajo
La escalera se ilumina con un aplique que se asemeja a un cuadro
La casa dispone de tres suites, tres baños y un aseo
La tonalidad empleada recuerda al Mar Mediterráneo
El gris contrasta con el mobiliario realizado a medida
El baño de la suite principal tiene su propia estética y personalidad, acorde con la habitación. Se trata de un espacio semiabierto que deja entrever el techo y las vigas de la habitación a través de una malla de ratán negro que se coloca para dar mayor sensación de intimidad. Con detalles sutiles, este baño es más cálido que los demás, aportando confort al día a día de la pareja. El aseo de la planta baja redefine las sensaciones de estos espacios a veces pequeños y aburridos para sorprender con un brillo especial. Nada más abrir la puerta, el visitante vislumbra las tonalidades doradas que envuelven y abrazan, invitando a percibir los detalles aplicados en este espacio. El lavamanos cerámico impresiona por sus formas y texturas orgánicas contrastando con la grifería de Gessi, y el sobre de madera maciza. Lavamanos Rut Oliver de Cerámica Silvestre, grifería de Gessi y sobre de madera diseño de la autora del proyecto, Rosa Colet.