« Ella era como una hermana paramí. Erami amiga y mi confidente»
pérdida: «Franca fue la primera persona que creyó en mí», asegura aún afligido. Mientras Massimo Giorgetti destaca una anécdota que le ocurrió hace poco más de un año: «El día que se anunció mi incorporación como director creativo de Pucci pensé en ella y cuánto me había apoyado durante todo este tiempo, así que le envié una serie infinita de mensajes para agradecérselo. Ella me contestó en una línea: ‘OK, deja de darme las gracias y crea colecciones fabulosas’. Así era Franca Sozzani». También Moisés Nieto, diseñador español y ganador de la última edición de Who’s On Next, le debe parte de su éxito a la genial editora de moda. «Con 26 años y gracias a un concurso de moda organizado por IED Internacional tuve la oportunidad de presentar mi proyecto final de carrera a Franca Sozzani. Fueron tres interminables minutos hablando en castellano sobre una colección inspirada en la moda española del siglo XVI. Al terminar, ella me miró y me dijo: ‘No hace falta que hables ningún idioma, tu trabajo habla por sí mismo».
Además de apoyar a los nuevos diseñadores a través de la iniciativa Who’s On Next?, a Franca aún le quedaba tiempo para ejercer de directora creativa de Convivio, la iniciativa para luchar contra el sida que Gianni Versace creó en 1992, y ser la fundadora, junto a Jonathan Newhouse, de Child Priority, una organización que ayuda a los niños sin recursos. «Aquellos que tuvieron la suerte de conocer y trabajar con Franca la amaron, la respetaron y la admiraron. Como directora, era una persona centrada, exigente, abierta a nuevas ideas y tremendamente dura, especialmente consigo misma. Como ser humano era honesta, divertida, cálida y poseía un sentido único de la ironía y la humildad», declaraba Newhouse, chairman y jefe ejecutivo de Condé Nast Internacional, horas después de conocerse su muerte.
«Después de que enfermara, empecé a visitarla en su casa de Milán», escribió en Vogue.comAnna Wintour, en otro tiempo rival, sobre Franca Sozzani. «Su mente y su espíritu no disminuyeron un ápice y hablábamos de todos los temas posibles; desde la caída de Matteo Renzi hasta su alucinante trabajo con mujeres en Ghana, pasando por el maravilloso idilio que tenían nuestros hijos [Francesco Carrozzini y Bee Shaffer]. Yo llevaba un relojito que Franca me había regalado y le prometí que si Francesco tenía la bendición en el futuro de tener una hija, se lo daría a él para que ella lo llevara. Qué afortunada será esa niñita de poder ver la película que rodó su padre sobre su increíble e inolvidable abuela». Ciao, Franca.