LAURA PONTE «A MÍ ME HA LLEVADO TIEMPO ACEPTAR MI PARTICULARIDAD, LA QUE TODOS TENEMOS. Y TODAVÍA SIGO».
Quien así se expresa es la que fuera musa de Mario Testino, Laura Ponte ( Vigo, 1973). «Un día tienes el ojo más hinchado, otro la mirada más triste; a veces el pelo está indomable, otras te ha salido un grano; y hay días de eterna primavera en los que tienes la piel más luminosa. Simplemente aquí estoy, así soy». Y es precisamente su atípica belleza, con un rostro singular cargado de una fuerza expresiva única, lo que hizo de ella una de las joyas de la corona de los años 90. La artista, que estudió Ciencias Políticas, es firme en su visión: «Bellezas… todas. La industria de la moda lo sabe. Necesita jóvenes que alimenten los deseos de su generación, mujeres maduras que cuenten que aún nos divierte cambiar, señoras mayores que sigan siendo coquetas, o modernas. Este negocio vive de la provocación. Provocar deseo, provocar cambio, provocar consumo. El tipo de consumo ha cambiado y la globalización ha permitido que compremos de forma personalizada. Hoy podemos encontrar en cualquier lugar la ropa que más se acerque a nuestra personalidad o modo de vida. La moda no ha de olvidarse de nadie. Y no lo hace. Es inteligente. Es poderosa. Cabemos todas. No se trata de quien llega primero, sino de ir de la mano. Aquí estamos todos, tan iguales como especiales».