L AARPREIBSTAA ÑA?
A LA VEZ QUE PROLIFERAN SERVICIOS DE LARGA DURACIÓN DE TINTES Y EXTENSIONES, NUEVAS FIRMAS COMO FENTY PRESCINDEN DEL RÍMEL EN SU CATÁLOGO. INDISPENSABLE AÚN EN EL NECESER DE LAS ESPAÑOLAS 9 DE CADA 10 LO USAN , ESTÁ EN CRISIS LA MÁSCARA?.
Cada dos segundos y medio, en algún rincón del mundo, se vende una máscara Great Lash de Maybelline. Sin embargo, tan básico como una camisa blanca, el furor por el rímel, un producto cuyo negocio global se cifró en 2017 en 6.980 millones de euros, podría tambalearse en futuras generaciones. Así lo sugiere un estudio de Euromonitor que apunta a que su crecimiento será más lento en los próximos tres años, alcanzando un 2% frente al 4% del periodo anterior. Tan signi cativas como las cifras son los aterrizajes de KKW Beauty, Kylie Cosmetics o Fenty Beauty, las marcas de Kim Kardashian, Kylie Jenner y Rihanna, respec- tivamente, que seducen a los milénicos a través de sus in uyentes redes. Ninguna de ellas incluye en su catálogo la máscara de pestañas. Tampoco Glossier, otra nativa digital que saltó de la blogosfera al mercado en 2014, lanzó este producto hasta el pasado mayo. La creación de una máscara supone un reto para estas recién llegadas, que tienen que invertir e innovar en el desarrollo de la fórmula, pero también del cepillo y el wiper, como subrayaron desde Glossier, con 248 formulaciones previas, pero también el aumento de servicios como tintes, liftings o permanentes han podido motivar el cambio de tendencia. Entre las ventajas de estos tratamientos, aseguran,
está el ahorro de tiempo: aplicar extensiones, por ejemplo, supone invertir media hora cada dos meses, y evita la aplicación de un cosmético diario. Kate Choi, de la rma coreana Benton Cosmetic (a la venta en MiiN Cosmetics), a rma: «Siento que hay más sustitutos al rímel que antes, pero además los consumidores cada vez están más interesados en las pestañas postizas gracias a las in uencers de YouTube y la popularidad de los tutoriales». L a consumidora española –como indica una encuesta de Birchbox, realizada entre 6.000 mujeres de 18 y 60 años, en 2017– aún es conservadora: 9 de cada 10 emplean máscara. Claro que Claire Garner, directora de marketing global de la rma de pestañas postizas británica Eylure, a rma: «Hace un tiempo hicimos un estudio y preguntamos tanto a clientes de pestañas arti ciales como a clientes potenciales sobre el rímel y ambos sugirieron que, aunque compraron la máscara más nueva y bestseller, no encontraron que hubiera una diferencia milagrosa respecto a la anterior y estaban ‘acostumbrados’ a sentirse decepcionados. Creemos que debido al cambio de percepción del consumidor hacia las pestañas arti ciales y la nueva visibilidad tanto de estas como de las extensiones en los medios, el cliente ha descubierto nuevas opciones»