LANZAMIENTO
Lujo y comodidad: la firma homónima de Clea Stuart.
TRAS UNA FECUNDA CARRERA EN EL MUNDO DEL DISEÑO, CLEA STUART LANZA SU PROPIA FIRMA DE MODA CON PRENDAS APETECIBLES QUE ABOGAN POR EL LUJO Y LA COMODIDAD.
Dafne Fitz-James Stuart y Calleja (Madrid, ) lleva años trabajando en moda y estudiando los productos que arrasan en ventas. De Hoss Intropia a Zara, pasando por Juan Duyos, El Corte Inglés o The Hip Tee, la suya es una historia construida a base de bocetos, tejidos, paletas de colores y una infatigable iniciativa para emprender. Después de su primer nego- cio, llamado Drop Studio by Clea, llega su propia marca de moda: Clea Stuart, centrada en ofrecer prendas de punto de alta calidad que funcionen tanto de día como de noche. La apuesta, con vocación de acercar este tejido a ocasiones más especiales busca, en palabras de la diseñadora, cubrir un hueco en el mercado. «Con la competencia que hay hoy en día, creo en las marcas monoproducto. Elegí el punto porque es más complejo y más atrevido, y porque considero que hay un nicho».
A través de colecciones cápsula, su objetivo es presentar diseños que, sin coartar su espíritu creativo, resulten apetecibles para el público. «Para mí (y para muchas mujeres) ir cómoda es importante y, a la hora de arreglarnos, es bastante complicado», añade Clea, que asegura que, aunque su colección no se remita solo a prendas de vestir, sí que le gustaría especializarse en ello. «Ir guapa y sofisticada a una fiesta y, además, cómoda es un lujo».
Sobrina segunda del duque de Alba, Dafne bautiza la marca con su sobrenombre, que significa ‘ hija de padre célebre’ en griego. Le viene de una infancia repleta de cuentos mitológicos antes de dormir, y es el fiel reflejo de una parte importante de su personalidad, que ha acaparado el protagonismo en su reciente proyecto. «Creo que todos llevamos máscaras de vez en cuando, pero yo tengo la suerte de poder ponerles nombre», cuenta. Todo bien, si en esta máscara incluye, además, el trabajo duro, la atención al detalle y la calidad. No se olviden de su nombre (ni del apodo). Sus piezas prometen hacerse con las noches más especiales