LO MEJOR DE MÍ
LA MAQUILLADORA VAL GARLAND ACABA DE PUBLICAR SU PRIMER LIBRO, VALIDATED, EN EL QUE RECOPILA SUS MÁS ESPECTACULARES TRABAJOS. UN VOLUMEN CON EL QUE LA ACTUAL DIRECTORA CREATIVA DE L’ORÉAL PARIS HA VISTO UN SUEÑO HECHO REALIDAD.
Nunca planeé ser maquilladora. Es algo que simplemente pasó. Siempre pensé que no era lo bastante buena ni digna de tantos elogios». Error. Tras treinta años de carrera, presencia imprescindible de los backstages de las semanas de la moda, creadora de impactantes editoriales para las principales revistas internacionales y estrecha colaboradora de los más grandes fotógrafos, peluqueros, diseñadores o estilistas, a Val Garland (Bristol, ) su excéntrica creatividad –carece de miedo al color, a los accesorios y a la combinación de texturas– le confiere méritos más que suficientes para ser considerada una de las grandes del maquillaje sin sentirse una impostora. Y el libro Validated no hace más que validarlo. Cierto que llegó al maquillaje por casualidad, pero eso no resta valía a la trayectoria de una peluquera británica que trabajó en la Australia de los años ochenta. «Pasar de teñir el pelo a maquillar fue una progresión natural en aquel momento. Hasta donde alcanza mi memoria, siempre estuve obsesionada con el maquillaje. Solía contemplar a mi hermana mayor, cómo se pintaba en los ojos la banana tan típica de los años setenta».
Hacía ya tiempo que a Garland le rondaba la idea de editar un libro donde compartir algunas de sus historias. «Sin embargo, no sucedió hasta hace tres años. Mi amiga Camilla Morton (la escritora de moda y autora del superventas How to Walk in High Heels) se me
acercó y dijo: ‘ Hagamos un libro juntas’». Y así fue. Su principal reto fue, en palabras de la maquilladora, «editar, editar y editar. Hay tantas imágenes que me gustan... Pero el número de páginas era limitado y me llevó bastante tiempo decidir qué utilizar y qué desechar».
Muchas de esas imágenes, fantásticas, extraordinarias o visionarias, forman ya parte de la historia del maquillaje o se han convertido en referentes de algunos de los desfiles más sonados de las últimas décadas como los de Alexander McQueen o Vivienne Westwood. « Tengo la suerte de haber tenido la oportunidad de trabajar con tantas personas creativas que admiro... pero si tuviese que dar solo un nombre, sin duda sería el de Helen Mirren. Es fabulosa y muy divertida».
Alo largo de su carrera ha vivido momentos muy especiales. «Destacaría todos los compartidos con Alexander McQueen, los Juegos Olímpicos de ¦§¦ y convertirme en la directora global de maquillaje de L’Oréal Paris». Esto último, dice, le ha permitido tener más herramientas y canales para difundir al mundo la idea de que todos valemos la pena. Maestra del color, del trazo y de los efectos especiales, afirma, sin embargo, alinearse con la filosofía del no makeup. «Es una revolución ser quien realmente eres y utilizar el maquillaje para resaltar lo mejor de ti misma», aclara. Y es que, para Garland, el papel del maquillaje reside en dar confianza y poder a la quien lo usa. Ávida de aprender siempre, su máxima es lanzarse al abismo de lo desconocido ¨ C.L.