FAVORITO P OR MAYORÍA SELECTA
La primera vez que Fernando Merino (Madrid, ) negoció un contrató en su carrera fue para su propio rostro. La modelo Cristina Piaget le había introducido en la profesión, pero él comenzaba a entender que prefería orquestar las carreras de otros modelos a luchar por la suya propia. En , tras aparecer en portada de un dominical, se incorporó a una agencia como booker, profesión en la que cumple tres décadas el próximo febrero. «Nunca me he planteado en qué consistía mi trabajo más allá de que me daba de comer», razona sobre su paso por posteriores agencias como Jet Set, PH hasta Uno Models, cuya sede en Madrid lidera desde . Sus primeras representadas, Martina Klein o Laura Ponte entre ellas, mantienen hoy su alianza con él mientras se suman nuevos nombres como Rocío Crusset, Nuria Rothschild, Oscar Kindelan o Fernando Lindez. Observándoles posar en la Plaza de Colón, reflexiona: «No existe una fórmula para triunfar como modelo. Se requiere belleza, pero también constancia y carácter». Su trabajo reside en captar ese talento capaz de provocar aspiración y admiración: «En la moda española es absurdo actuar con la arrogancia de quien maneja millones en una multinacional. Por eso, tengo dos normas: que mi entorno laboral sea lo más familiar posible, y no dejarme un grano de honestidad en el bolsillo»