ENTRE ELLAS
INÉS MONJO
El pasado mes de junio Inés Monjo (Barcelona, ) veía como su proyecto final de carrera, una pequeña colección de seis looks titulada Man o To, e inspirada en el trastorno alimenticio que vivió durante seis años, se subía a la pasarela en la última jornada de los desfiles de la , además de ganar el prestigioso premio Franca Sozzani. Graduada en diseño de moda por el IED Barcelona, a día de hoy Inés continúa formándose a través de cursos en la London College of Fashion, y prácticas en firmas como Nice Things o en talleres de diseñadores como Moisés Nieto y Peter Pilotto. «En Nice Things me empapé de toda la parte técnica y de producción de una marca, mientras que con Moisés trabajé el patronaje de las prendas desde cero. Ahora mismo soy parte del equipo de diseño de Peter Pilotto en Londres, donde sigo aprendiendo». Rodeada de arte y de moda desde pequeña -«tanto mi madre como mi abuela han trabajado en esta industria»–, esta joven creadora entiende esta profesión como una carrera de fondo: «Estoy muy orgullosa de todo lo que he logrado, pero soy consciente de que tengo mucho trabajo por delante y que, sobre todo, hay que ser humilde».
JULIETA ÁLVAREZ
Con piezas de cerámica únicas realizadas a mano en España, Julieta Álvarez (Madrid, ) pone en valor el trabajo artesanal en la firma homónima de bisutería y objetos decorativos que lanzase en junto a su hermana Rocío. «Vengo del mundo de la moda y he trabajado varios años como diseñadora gráfica, pero hace unos seis vi que necesitaba un cambio y me apunté a las clases de Resu Labrador, una artesana que regentaba un taller cerca de mi casa. Iba con mis ideas y ella me daba las pautas y las técnicas para llevarlas a cabo», recuerda. Desde entonces esta marca de diseños asimétricos y coloristas no ha parado de crecer y sus piezas, fabricadas todas ellas en su taller madrileño, ya se vende en los cinco continentes en ciudades como París, Nueva York, Tokio, Sídney o Londres. «Pienso que la gente que se identifica con nuestra firma son personas interesadas por lo hecho a mano, con tiempo y cuidado, que huyen de los productos industriales. Hay una cierta poética en tener algo único», concede. Con un empeño manifiesto por visibilizar la moda lenta y sostenible, Julieta Álvarez llena su futuro de proyectos como la exposición de esculturas Nine, recién inaugurada en la galería madrileña La Causa, y su nueva colección para el próximo verano.
YNÉS SUELVES
Hija del marqués de Tamarit y de la condesa de Villaumbrosa, y nieta de Victoria Eugenia Figueroa y Borbón, prima del rey don Juan Carlos, Ynés Suelves (Madrid, ) nunca tuvo que explicar en casa que quería ser diseñadora. «No sé ni cuándo ni cómo me di cuenta de que esta era mi pasión. No puedo localizar esa fecha. Creo que nací dándolo por hecho¥, afirma. Aunque comenzó estudiando diseño de moda en España, pronto decidió matricularse en la Escuela Marangoni de Londres, donde ganó el premio a la mejor colección de su promoción. Sin espacio para dudas y vacilaciones, Ynés lanzó su marca homónima nada más salir de la Universidad: «Era un sueño que siempre había tenido junto a mi madre. Tenía una inversora que quería hacer un proyecto conmigo, pero decidí no ser infiel a mis deseos y escogí el camino de hacerlo totalmente mío, junto a mi madre y mi hermana». Por ahora, sus creaciones, sensatas y contemporáneas, se consiguen por encargo. «Nuestra marca tiene la mirada puesta en el futuro, pero también en el pasado, en todo lo aprendido, como los pequeños artesanos, las telas de buena calidad y la atención al detalle», apunta.
MARÍA ACEVEDO BETOLAZA
«Vivía en Londres y trabajaba en un sector diferente que no me llenaba. No me sentía realizada, así que en decidí hacer las maletas y volverme a España. Me vine a Madrid y empecé un máster de diseño de moda en el IED. Creo que es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida», relata María Acevedo Betolaza (Vitoria-Gasteiz, £). Cuando aún no había finalizado el máster, María decidió poner en marcha la idea que desde hace tiempo rondaba en su cabeza, y lanzó Betolaza, una firma que construye un armario contemporáneo con toques masculinos y proporciones oversize. «Mis diseños beben de la corriente estética de los años noventa, y de los guardarropas de mi madre y mi abuela, donde las prendas no eran de usar y tirar. Busco crear una marca donde las piezas sean atemporales y perduren en el tiempo. Dentro de la moda actual, donde lo que interesa es la tendencia, nosotros abogamos por la tradición», afirma. A pesar de su juventud, esta firma tiene muy claro cuál es su camino y la sostenibilidad se ha convertido en uno de sus pilares fundamentales. Además de trabajar con artesanos locales, sus producciones son pequeñas, usan materiales reciclados, y colaboran en proyectos humanitarios: «Queremos hacer prendas que no conlleven la destrucción del medioambiente ni la explotación humana».