VOGUE (Spain)

MICRORRELA­TO

Ya no mira mis stories, una historia de Leti Sala.

- Texto L E T I SALA Ilustració­n INÉS MAESTRE

— No olvides ponerte el aceite hidratante cuando ya estén secas. — La verdad es que no entiendo por qué tenemos que estar haciéndono­s las uñas en el cuarto, cuando lo único barato en Nueva York aparte de los taxis es la manicura. — Te recuerdo que querías pillar wifi antes de ir al MoMA y por eso hemos vuelto a subir. — Esta foto lo va a petar, ya verás. ¿Cómo se deletrea Bowery? No me sale en las localizaci­ones. — B, o, w…. — ¿Es buena hora para colgarla? En España ya es de noche. — Si se te corre el esmalte por estar con el móvil no te voy a esperar para irnos a la expo. — Pablo ya no mira mis stories. — Hombre, yo tampoco te las miraría. No quiere ver lo bien que te lo pasas después de la ruptura... — Mil cien personas han visto mi última story y la única persona que quiero que la vea es la única que no la ve. — Hoy podríamos cenar en el Café Mogador. La última vez vi a Florence enrollándo­se con... — ¡Me ha dejado de seguir! Y Marta la de producción también. Se ha quedado sin curro esta lista. — ¿Cómo lo sabes? — Por la app que te lo chiva, ¿no la tienes? — No sé si me interesa saber más sobre la miseria de los humanos. — Le voy a enviar un mensaje a Pablo preguntánd­ole por qué ya no me sigue. — Por favor, Natalia, ni se te ocurra. Jamás preguntes a nadie por qué te ha dejado de seguir, por tu propia dignidad. Quédate ardiendo en misterio si es preciso. — Pero es que si ya no nos vemos y ya no me sigue desaparezc­o de su vida de verdad. Yo todavía no he cerrado ni su ventana de WhatsApp. — No sé, quizá quiere seguir solo a gente con la que tenga relación. Aunque fijo que se ha olvidado de borrarte de LinkedIn; cuando uno borra a su ex de todas las redes siempre olvida LinkedIn. — No cuela lo de que quiere seguir solo a gente con la que tenga relación: sigue a Jacquemus en otoño, y a Lil Peep, que está muerto. — Si lo piensas, en la vida real dos personas no pueden seguirse mutuamente, ninguna sabría a dónde ir, se perderían. — Eso es más o menos lo que pasó en la relación... No había rumbo. Ninguno quiso renunciar a nada. — ¿Entonces por qué te angustia que os hayáis dejado de seguir? — Me gustaba sentir que podía seguir contándole un poco de mi vida, aunque sea sin hablar. — Vais a seguir conectados por un tiempo más, aunque no habléis ni os sigáis. — En vacaciones hago más follow back. Tengo que ir con cuidado. — Sí, contrólate. No me puedo fiar de nadie que siga a más de dos mil personas. — No lo digo por eso, burra. Cuido las imágenes que pasan por mi mente a diario. Al final, las personas que sigo son mis pequeñas series de Netflix. Que me aporten algo, al menos. Por ejemplo, mira la foto de Hugo: pone el hashtag home y es evidente que está en la piscina del Metropolit­an. Estas cosas me sacan de quicio. — Ya, Hugo me cae fatal en Instagram, es otra persona. Creo que en las redes saca su ascendente y en la vida real su signo. — ¿Tú crees que en el futuro habrá tumbas con check azul al lado de los nombres en la lápida? —Ya no llegamos al MoMA... Y este esmalte te queda fatal �

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain