BILL CUNNINGHAM
El íntimo documental de Mark Bozez sobre el fotógrafo.
Iba a ser una entrevista de diez minutos, pero acabó extendiéndose tres horas. A partir de las grabaciones de ese encuentro en 1994, el cineasta MARK BOZEZ estrena el documental The Times of Bill Cunningham, que repasa la vida del fotógrafo que, durante décadas, mejor registró a la gente dispar de la moda. SUZY MENKES, editora internacional de Vogue, recuerda su característico espíritu libre.
Gracias, niña», me habría dicho gentilmente Bill Cunningham declinando mi ofrecimiento de compartir taxi a la vuelta de los desfiles de Nueva York. En su lugar, montaría como siempre en su bicicleta, bajo lluvia, sol o nieve, ataviado con su característico uniforme de chaqueta azul de obrero y gorra. Aquel hombre a una cámara pegado, que capturó la historia en su objetivo siempre me llamaba «niña», sin importar que nos conociéramos desde al menos la mitad de los 50 años que llevaba en la fotografía. Aquella figura subida a una bicicleta desvencijada retrataba con tino desde los grandes popes de la industria hasta los más peculiares personaje urbanos. Mejor todavía, olfateaba todas las tendencias de moda desde su esquina favorita de la ciudad, la que forma la calle 57 con la Quinta Avenida.
«Nunca he sido un paparazzi» , habría defendido Cunningham. Y es que no solo se trataba de cazar a los famosos –como a aquel Karl Lagerfeld, más joven y grueso, junto a la leyenda de la moda italiana Anna Piaggi–. Acertaba a tejer el tapiz siempre cambiante de la alta sociedad, ya fuera atisbar un destello de la vida privada de Jacqueline Kennedy Onassis o mostrarnos a la vieja guardia de la clase alta norteamericana. ¿Quién era, pues, aquel hombre ligero, de sonrisa perpetua y cámara omnipresente?
Cunningham, que recayó en la moda en un principio con el oficio de sombrerero, conservó siempre la humildad. Su estudio en el Carnegie Hall de Nueva York contaba, sencillamente, con una cama individual rodeada de basti- dores repletos de fotos. Sin televisión, y el baño compartido; pero con una obra que ha trascendido la moda. El camino que siguió, o que supo abrirse, nos ha legado una vida de fotografías que han dejado en la Historia su propia impronta.
El documental The Times of Bill Cunningham, dirigido por Mark Bozek, fue seleccionado para la edición de 2018 del Festival de Cine de Nueva York. El cineasta conocía como nadie el carácter del fotógrafo tras sentarse con él para una breve grabación en 1994. «Se suponía que iban a ser diez minutos, y tres horas y media más tarde, nos quedamos sin cinta», recordaba Bozek. «Cuando rescaté aquello de mi sótano el día de su muerte, en 2016, no lo había vuelto a ver en 25 años», continuó. «Así que decidí que íbamos a ser solo él y yo. Me contó su historia con mucha pasión». Con ello hace referencia al momento en que el fotógrafo ensombrece su luz habitual al hablar abiertamente del azote del sida. Pero la vida de Bill se centraba por completo en la fotografía, en registrar la moda y a la gente dispar que esta engloba.