TRATAMIENTOS
Los activos más potentes encuentran su mejor aliado en la aparatología.
Hubo un tiempo en que la idea de un cabello cuidado era incompatible con la coloración. El tinte siempre ha sido una de las técnicas más agresivas para el pelo, y no siempre se conseguía la naturalidad o el tono deseado. Con la entrada de Inoa en los salones de peluquería la cosa cambió y los efectos colaterales de la coloración dejaron de convertirse en la pesadilla obligada de quienes querían cubrir sus canas o un mal necesario para quienes buscaban modificar su color. L’Oréal Professionnel revolucionaba con esta nueva tecnología la coloración sin amoniaco, gracias a unos resultados naturales y un brillo sublime, que esta primavera, además, incorpora el nuevo servicio Balayage Ambré, de inspiración parisina y sofisticados contrastes de ámbar. ¿La clave? Su base de aceites potenciadores del color que transforman el cabello para que esté más saludable tras cada coloración. Razón más que suficiente para que Inoa se haya convertido en un referente para numerosos peluqueros. «Siempre elijo las marcas profesionales con el mejor rendimiento de acuerdo con lo que busca mi clienta: un resultado exquisito, muy cuidado y sobre todo muy natural, que no parezca artificial. Me encanta por su innovación sin amoníaco; única, respetuosa con el cuero cabelludo, y porque el producto en sí marca la diferencia», explica Ana Lérida del salón Anara. Para Crisanto Blanco, un habitual en desfiles y shootings, Inoa se ha convertido en su gran aliado: «Busco resultados precisos para una perfección absoluta, los colores más naturales, el respeto por la textura y la calidad del cabello, y por supuesto, los acabados más brillantes y sedosos»