LUCES, CÁMARA, ‘ POSE’ Indya Moore y las poses.
El exceso y la extravagancia de los 80 visten el fenómeno ‘Pose’. INDYA MOORE, una de sus protagonistas, ha visto cómo su vida cambiaba de la noche a la mañana gracias al éxito de esta serie, pionera en la normalización de la transexualidad en televisión. La actriz estadounidense disfruta de su nueva faceta como estrella, sin olvidar su responsabilidad añadida: ser altavoz de una minoría aún silenciada.
Centraos niñas, es hora de que recordéis al mundo quiénes sois». La frase no está extraída de un libro de autoayuda, sino de algo mucho menos manido y, para qué negarlo, más entretenido: Pose. El fenómeno televisivo que, con más de 21 millones de espectadores en EE.UU. y una segunda entrega pendiente de estreno este año, ha conseguido catapultar la escena queer al primer plano y, de paso, hacer historia por el camino (cuenta con el mayor elenco transexual en televisión hasta la fecha). En la serie, Indya Moore (Nueva York, 1995) da vida a Angel y, al igual que ocurre con el personaje, también a ella la experiencia le ha servido para recordar al mundo –y, ya puestos, a sí misma– quién es. « Pose me ha dado muchísimo... Incluso me ha devuelto a mi familia», dice.
Pero para entender a Moore es necesario entender esta producción, que en España emite HBO. Un viaje hasta 1987 y la escena voguing que, para aquellos que no estén familiarizados con el término, define al universo paralelo en el que, con una sala de baile –o ballroom– como telón de fondo, la comunidad LGBT+ creó su propia realidad. Los ingredientes: música house, desafíos coreográficos y extravagancia con trasfondo social y hasta político. « Los ballrooms sirvieron como red de seguridad para quienes acudían a ellos. A muchos los habían echado de sus casas, rechazados por familias y amigos. Creo que por eso es tan importante que la gente vea esta serie » , explica la actriz.
En esa red de seguridad que refiere Indya se ampara también Angel, la transexual de 20 años con la que comparte más de lo que le gustaría. « Me identifico con los problemas a los que se enfrenta en el mundo. Con que se vea como una marginada solo por ser quién es y porque su experiencia personal no resulta la más común » , cuenta. Sabe muy bien de lo que habla. Ella, como su personaje, también fue testigo desde muy pronto de cómo ser una mujer transexual y condicionó su relación con la sociedad: « Hay muchos sentimientos que comparto. También quiero ser tratada como cualquier otra persona, como cualquier mujer... Lo que Angel desea en el fondo es que la humanicen » .
Hoy, posando para el objetivo de Vogue España, esta joven de ascendencia boricua y afrocaribeña es una estrella. Como actriz, Indya Moore ha logrado cumplir el auténtico sueño americano. La reconocen por la calle y gestiona múltiples proyectos en su agenda. Aunque dos años atrás, antes de que Pose se hiciese realidad, su vida era muy distinta. « Cuando conseguí el papel estaba batallando con la pobreza y otras circunstancias derivadas de ella » , recuerda. Lo dice con una serenidad que quita hierro al asunto y que casi hace olvidar que, con apenas 16 años, tuvo que abandonar el hogar familiar: «Al principio, conseguí algunos trabajos como modelo, una profesión en la que creía que podría tener más oportunidades que como actriz. Me parecía muy complicado conseguir una carrera en la interpretación».
Viéndola devorar la cámara, resulta imposible creerla. De hecho, incluso en estas páginas cada una de sus poses se acerca a la contorsión. Como deliberados pasos de baile que revelan por qué nada más conocerla, los productores tuvieron claro que el papel era para ella. «Cuando terminé, Ryan Murphy [creador de American Horror Story o Glee] se levantó de su silla y dijo: ‘No tengo nada’ y se sentó de nuevo. Sonreía, pero no sabía a qué se refería. Y entonces me dijo: ‘En mi cabeza. No tengo nada’». Para el caso, más allá del poder inevitablemente magnético de ella y del propio show, su punto fuerte es otro: «Esta serie ha ayudado a mi familia, pero también a familias de todo el planeta, que han entendido, a través de sus personajes, cuestiones morales. Muchos ni siquiera habían interactuado con este tipo de personas antes, y eso puede derivar en homofobia o transfobia. Conocer a gente con estas experiencias, aunque sea a través de la televisión, ayuda a que empaticen con las historias de un modo que, de otra manera, no podrían».
Moore es consciente de su rol. Del que interpreta en la pequeña pantalla, pero sobre todo del que va asociado a él, trascendiendo las cámaras. Su participación en Pose le ha brindado la oportunidad de llegar a otro tipo de audiencia y hoy abraza convencida el papel de altavoz de su tiempo. «La gente tiene todavía mucho que aprender. Hace falta mayor representación de las minorías en los medios», sentencia. «Que se hayan creado personajes para transexuales me ha dado la oportunidad de ser actriz hasta un punto que jamás imaginé». Aunque, irónicamente, reconoce que jamás se había visualizado en uno como el que le ha valido un hueco en la alfombra roja de los Globos de Oro, el pasado enero. «La verdad es que ya estaba familiarizada con el mundo del voguing desde hacía tiempo, pero ni soy la mejor voguer ni una excelente bailarina. Bueno, en realidad creo que bailo bien, simplemente no retengo información coreográfica», confiesa entre risas.
La actriz habla despacio. Pensando bien cada palabra y enfatizando cada idea. «No quiero que se quede nada por decir. Llámame si tienes más preguntas», insiste. Es consciente de que está viviendo su gran momento y no puede desaprovecharlo. «He trabajado muy duro para llegar hasta aquí», comenta en un momento dado. Y no es difícil intuir en sus pausas y suspiros que dice la verdad. Por suerte, Pose promete regresar pronto con más música y más baile. Entonces, será hora de recordar de nuevo al mundo quién es realmente Indya Moore �
« Que se hayan creado personajes para transexuales me ha dado la oportunidad de ser actriz hasta un punto que jamás imaginé »