La alianza de Penélope Cruz con la firma Swarovski.
CON UNA NUEVA COLECCIÓN DE JOYAS FIRMADA POR PENÉLOPE CRUZ A PUNTO DE VER LA LUZ, NADJA SWAROVSKI CELEBRA EL MAGNETISMO INNATO DE LA ACTRIZ.
Sueños cumplidos. Los cristales de Swarovski se han puesto al servicio de Penélope Cruz para que hiciera realidad el anhelo infantil de diseñar sus propias joyas. De la mano de
Nadja Swarovski, directora creativa de la línea Atelier, y tataranieta del fundador de la firma austríaca, la actriz presentó a finales de 2018 su primera colección de alta joyería. En ella, la artesanía se daba la mano con la sostenibilidad, ya que se trataba de piezas elaboradas con gemas preciosas recreadas en laboratorio. El éxito de esa primera unión (la recién oscarizada Olivia Colman y la también actriz Lucy Boynton llevaron algunas de las joyas de Cruz en los últimos premios Bafta) ha propiciado que ambas mujeres se vuelvan a unir, en esta ocasión para gestar MoonSun: una serie de piezas cargadas de simbología y en las que Nadja reconoce que Penélope ha volcado no solo su alma sino también sus sólidas convicciones. Las piedras talladas con motivos en forma de estrella se combinan con delicadas filigranas doradas, pensadas para «iluminar el lujo consciente y crear un impacto positivo», afirma Cruz.
Desde el inicio, la conexión entre ambas fue instantánea. ¿Qué es lo que más te atrajo de Penélope Cruz en un primer momento?
Como mujer y madre, es una persona increíblemente cálida, comprometida y empoderada. Como artista, su trabajo es muy estimulante y tiene una gran capacidad de conectar con el público.
¿Cómo definirías vuestra rutina de trabajo juntas?
Siempre ha sido un proceso muy natural y orgánico. Penélope ha sido amiga de la marca durante años, pero fue durante un almuerzo en Madrid el año pasado cuando nos dimos cuenta de la cantidad de valores que compartíamos, y eso nos llevó a pensar en la idea de desarrollar un proyecto creativo conjun
to. Después de lanzar la colección de alta joyería, ahora presentamos MoonSun, que encapsula la obsesión de Penélope por la magia de la noche y el cielo estrellado.
Además, una de la principales razones por las que Penélope reconoce haberse embarcado en el proyecto ha sido el compromiso con la sostenibildad de la compañía.
Mi tatarabuelo, Daniel Swarovski, fue un visionario y siempre defendió que era posible construir una empresa que resultara respetuosa con el medio que nos rodea. Hoy, 120 años después, estamos absolutamente comprometidos con el lujo consciente.
Esta labor se materializa en la Fundación Swarovski. ¿Cuáles son sus principales objetivos actualmente?
Tiene tres pilares básicos: promover el arte y la cultura, educar y empoderar a comunidades oprimidas y conservar, proteger y mejorar el medioambiente. Entre otros, hoy apoyamos al programa Youth Outreach de la Galería Whitechapel, que facilita el
acceso a educación de jóvenes de la zona de Londres en riesgo de exclusión; también trabajamos en India con la Fundación Barefoot College que financia proyectos educativos empresariales para mujeres de entornos rurales.
¿Qué ha significado para ti convertirte en la primera mujer en ocupar un sillón dentro de la junta directiva de Swarovski?
Un gran honor. Nuestra plantilla está formada sobre todo por mujeres, y nuestra clientela es en su mayoría femenina, así que me enorgullece poder reflejar eso en la junta. El empoderamiento es uno de los puntos más destacados en la agenda filantrópica y somos conscientes de que es necesario motivar el potencial de las mujeres.
Pero, aún así, queda un largo camino hasta la igualdad.
Desde luego. El año pasado el Foro Económico Mundial calculó que faltaban 215 años para eso. Me parece inaceptable y por eso desde la empresa luchamos para lograr un futuro igualitario � A. F.-E.