Gwyneth PALTROW y Dominique FRADIN-READ
En un invernal viernes de febrero, especialmente frío para Los Ángeles, la actriz Gwyneth Paltrow y la doctora Dominique Fradin-Read se dan cita en el despacho de la segunda para conversar y tratar de explicar cómo Fradin-Read se ha convertido en Madame Ovary. Y no porque le hayan creado el título en Goop, la exitosa compañía de Paltrow, sino porque esta especialista ha cultivado una aproximación diferente para tratar los cambios hormonales de la mujer. Ambas se conocieron a través de una amiga (y colega) de la actriz que le pidió mantener el secreto. «Fue imposible, se lo conté a todo el mundo», bromea Paltrow. «Durante mucho tiempo las mujeres han escuchado que no les pasaba nada, que estaban cansadas y necesitaban antidepresivos. Sin embargo, ahora ha surgido un campo en la medicina dedicado a la vitalidad de la mujer, a su salud, a su longevidad, a su estabilidad, a su felicidad y es realmente sensacional».
La conversación es fluida, pero los momentos más íntimos surgen cuando la actriz, que ha tomado las riendas como entrevistadora, se presta a ponerse un intravenoso de vitaminas con la naturalidad con que otros toman una pastilla. Intentando desentrañar la ambigüedad y la confusión que se ha creado sobre los nuevos tratamientos hormonales, la doctora Fradin-Read y Paltrow comentan que han desarrollado, para Goop, un suplemento de vitaminas que ayude a aliviar la transición entre la perimenopausia y la menopausia.
G.P. Podrías empezar explicando la filosofía que hay detrás de tu trabajo... D.F. Básicamente, soy un médico que busca mantener saludables a sus pacientes. Apuesto por la medicina preventiva. Tratamos de evitar enfermedades antes de que ocurran. También ayudo a retrasar el proceso de envejecimiento. Durante años trabajé con el chef francés Michel Guérard, famoso por crear platos saludables para perder peso sin renunciar al placer de comer. Encontré muy interesante su aproximación. Luego, me trasladé a Estados Unidos, y estuve en la Universidad de Loma Linda, en el departamento de estudios antienvejecimiento. Ahora, dirijo mi propia compañía, donde desarrollo tratamientos personalizados. G.P. ¿Cuáles son los problemas más comunes a los que se enfrenta una mujer de mi edad, rondando los 40 años? D.F. La mayoría están relacionados con el estrés o las irregularidades hormonales. Cuando olvidamos alimentarnos bien o no dormimos lo suficiente, el cuerpo se resiente. G.P. ¿Cuáles son los primeros síntomas de que está habiendo cambios hormonales? D.F. Cuando se altera la progesterona –la hormona femenina que nos hace sentirnos en calma y relajadas–, la primera respuesta del cuerpo es provocar ansiedad y estrés. Empezamos a ganar peso, llegan los cambios de humor, la irritabilidad y el insomnio. Esto puede sucederle también a mujeres que están menstruando, no es exclusivo de la menopausia. Una pequeña descompensación hormonal puede provocar estos indicios. Algunas mujeres que han tenido alteraciones menstruales desde su juventud, con reglas irregulares o han necesitado progesterona durante el embarazo suelen ser más propensas a esta descompensación. Luego, en la perimenopausia, sufren más los síntomas. G.P. ¿Qué es la perimenopausia? D.F. Es el tiempo que hay alrededor de la menopausia, una palabra que significa en griego el final del sangrado. El término me parece muy restrictivo y prefiero llamarlo ‘tiempo de cambios hormonales’, porque lo que ocurre en el cuerpo no se limita al final de la menstruación. G.P. Hemos oído hablar en los últimos años de todo tipo de hormonas: de crecimiento, sintéticas, bioidénticas y creo que las mujeres se ponen nerviosas ante la idea de consumir hormonas ¿Puedes aclarnos algo? D.F. A finales de los noventa y principios del milenio se consumía una hormona sintética derivada de la orina de los caballos. Hay que olvidarse de aquella idea. Hoy empleamos hormonas bioidénticas, que imitan tus propias
hormonas, las de tu juventud. También hablamos de una especie de hormonas, de uso tópico, que no llegan al hígado y con menores riesgos cardiovasculares. Luego está la cuestión de la dosis. Yo siempre doy la menor posible, cerciorándome de que va a funcionar. Sin duda, prefiero el uso dérmico de cremas y geles de estrógeno. G.P. ¿Consideras que es un tratamiento efectivo? D.F. Sí, absolutamente. Hay formas naturales de estimular las hormonas, como el empleo de la cimífuga negra, que ya utilizaban nuestras abuelas, porque ayuda con el estrógeno. La batata es buena para la progesterona, y hay algunas sustancias que pueden ayudar con los cambios de humor por una vía independiente de la hormonal, estimulando la secreción de neurotransmisores (dopamina y serotonina). Cuando estás deprimido por la disminución de estos, podemos activar sus receptores con otros aminoácidos y suplementos, a dosis mínimas. G.P. Hablemos de otro problema femenino, la depresión posparto. D.F. Es un tema del que no se habla lo suficiente. Después de dar a luz, las mujeres sufren una rápida caída de sus hormonas. Pasan del estado de euforia propio del embarazo a su estado normal, por la bajada de la serotonina y la dopamina. Algunas se desmoronan por completo porque los neurotransmisores no se comunican correctamente, pero es que además están exhaustas o no duermen por la noche, y eso no ayuda mucho. Cuando van al médico les recetan antidepresivos o les dicen ‘espera a dejar de dar el pecho’ y ya veremos. G.P. ¿Hay mujeres con más riesgo de depresión postparto? D.F. Un estudio demostró que las embarazadas, con niveles más altos de corticotropina placentaria (una hormona que se suele liberar en torno a la semana 25 de embarazo), tenían más posibilidades de desarrollar después este problema. No obstante, lo que hace que una mujer tenga más probabilidades no está del todo claro. Otros factores de riesgo incluyen antecedentes de depresión o síndrome premenstrual; ansiedad durante el embarazo, falta de apoyo social y niveles hormonales fluctuantes. Una vez identificadas las mujeres en riesgo, se puede prevenir. Su médico habitual tenderá a recetar antidepresivos o píldoras anticonceptivas. G.P. ¿Tú que propones? D.F. Propongo un enfoque más holístico, con suplementos y hormonas bioidénticas inmediatamente después del nacimiento, combinado con psicoterapia, según sea necesario. Yo recomiendo hormona bioidéntica en una dosis bastante baja. Esencialmente progesterona, y un poco de estrógeno. Este último realmente te devuelve la vitalidad, te da esa energía en la vida. Puedes tratar así esa parte de la deficiencia en lugar de actuar directamente sobre los neurotransmisores. Como las dosis son tan bajas, apenas hay riesgo durante la lactancia. Pienso que este tratamiento es menos dañino que un antidepresivo que sí pasa por la leche al bebé. G.P. ¿La depresión posparto afecta a muchas mujeres? D.F. Padecer depresiones menores y problemas relacionados con los neurotransmisores es algo extremadamente frecuente. Por lo que veo en mi consulta, diría que aproximadamente un 70% de mujeres lo sufre, aunque no todas buscan el tratamiento de forma adecuada (no recomiendo, por ejemplo, solucionarlo vía online). G.P. ¿Qué factores influyen en nuestra vitalidad? D.F. Lo primero es dormir. Sin sueño no hay longevidad. Muchos estudios conectan ambos factores. También, el ejercicio y una nutrición saludable, con un equilibrio en la ingesta de proteínas, esenciales para el cerebro y el tono muscular. Si eres vegano debes hacerlo bien para obtener los 21 aminoácidos que están solo en productos animales. Por eso recomiendo tomar pescado, evitando los que tienen mayores concentraciones de mercurio; yogures y huevos. Si no quieres tomar carne, no lo hagas; pero no estoy en contra. Eso sí, hay que prestar atención a la forma de cocinarla. Además, a medida que envejecemos es importante mantener en equilibrio los niveles hormonales, para conservar la energía y el ánimo, también el deseo sexual. Tengo pacientes de todo el mundo que tras probar mi terapia hormonal, dicen sentir que empiezan una nueva vida. No creo que haya hecho mucho, pero ellos perciben una gran diferencia. G.P. ¡Gracias por las respuestas! Creo que hemos hecho un gran trabajo con esta entrevista �