El éxito de Sonia Martínez, dir. de ficción de Atresmedia.
Al éxito de Fariña y La casa de papel, se unen ahora ToyBoy y, en 2020, Veneno. Tras ellos está SONIA MARTÍNEZ, directora de ficción de ATRESMEDIA y responsable de que toda España repita eso de «solo un capítulo más».
España sucumbió a los encantos de Tokio, Río o Nairobi en La casa de papel; se enganchó a las hazañas de Sito Miñanco en Fariña; y se estremeció con Zulema en Vis a vis. Este año, a la lista de blockbusters en serie de la factoría Atresmedia, llegan además ToyBoy y, en 2020,Veneno. Y sí, con ellas vuelven los nervios, las risas y los maratones televisivos que obligan a pulsar replay; pero, más allá de la esperada inyección de emociones, todos estos booms televisivos comparten otro un nexo común. Su nombre, Sonia Martínez.
La directora de ficción de Atresmedia es la encargada de levantar el pulgar –o bajarlo– ante los cientos de proyectos que llegan a la casa y descifrar con un golpe de vista qué está destinado a encandilar a la audiencia. «No sabría decirte cuántos guiones leo al año, pero muchísimos. A la hora de elegir, hay mucho estudio de mercado detrás, pero también hay flechazos. No son incompatibles», cuenta en su despacho de la sede central en San Sebastián de los Reyes, donde los posters promocionales de sus producciones la observan sonrientes en cada paso del camino. «Yo estudié Ciencias de la Información y, en realidad, mi vocación era ser periodista de raza», ríe. «Pero empecé a hacer producción en la empresa audiovisual de unos amigos, luego pasé a hacer programas, mucho tiempo, y un día la productora en la que estaba me ofreció trabajar en ficción. Ahí descubrí otro mundo y el resto es historia». Una historia que actualmente incluye manejar presupuestos millonarios o dar con la fórmula del próximo hit televisivo. Aunque, reconoce, el fracaso acecha con la misma fuerza que los posters. «Siempre está ahí. Si te has dado un bofetón, te tienes que levantar, pero también hay que saber que no depende solo de una, sino de muchas circunstancias y, en la televisión en abierto, muchísimo más». Por suerte, la irrupción de las plataformas en streaming ha cambiado gran parte de la dinámica y, hoy, ya no todo se apuesta a una carta. «La gran diferencia es que ahora hemos dejado de hablar de nuestras cosas locales para hablar de temas generales, pero a nuestra manera», defiende. «Aunque, el secreto sigue siendo el mismo: que el producto tenga un punto de vista único. Y eso se consigue con los personajes y sus historias»