COLABORACIÓN
Lin-Manuel Miranda y Agustina San Martín, mentor y discípula en un proyecto auspiciado por Rolex..
La iniciativa Mentores y discípulos de ROLEX regresa con una nueva edición. En la categoría abierta del certamen, el polifacético creador LIN-MANUEL MIRANDA promete transmitir toda su experiencia a AGUSTINA SAN MARTÍN. Aunque todo apunta a que el aprendizaje será recíproco.
Qué tienen en común un compositor, letrista y actor neoyorkino y una directora y guionista argentina? A partir de este año, mucho más de lo que cabría esperar. La culpable, para seguir añadiendo elementos desconcertantes a la historia, no es otra que una marca de relojes suiza. Si bien el acertijo se complica por momentos, todo cobra sentido a través de la iniciativa de mentores y discípulos que Rolex promueve desde hace ya 17 años.
Bajo la premisa de transmitir de una generación a otra el legado del arte al más alto nivel, el proyecto es, casi dos décadas después de su nacimiento, artífice de los lazos que hoy se han forjado entre parejas tan dispares como la compuesta por Martin
Scorsese y Celina Murga, David Hockney y Matthias Weischer, o Margaret Atwood y Naomi Alderman.
Este año, a esa lista de nombres se unen además los de Lin-Manuel Miranda y Agustina San Martín, que ejercerán de mentor y discípula respectivamente en la categoría abierta de la convocatoria -a la que se suman además las de cine, teatro y artes visuales-. «Estoy muy emocionado con la idea de unirme a esta iniciativa», confiesa Miranda. «Creo que es importante abogar por los talentos emergentes y formar relaciones duraderas que nutran precisamente este talento prometedor».
El estadounidense, conocido especialmente por su trabajo en Broadway,
tiene uno de los currículos más fascinantes y variados del sector, con reconocimientos en prácticamente todas las categorías artísticas que van de los premios Pulitzer, a los Grammy, pasando por los Emmy y los Tony. «Cuando me enteré de que había sido escogida, estaba extasiada, ya que Lin-Manuel es un ser único. Estaba encantada incluso de haber tenido la oportunidad de conocerlo. Es una cascada ininterrumpida de ideas y entusiasmo. Y eso es lo más maravilloso que una discípula puede tener como inspiración: alguien que podría ayudarte a ver más allá de todo y a seguir tus necesidades más intensas de crear cosas, cosas nuevas, directamente para el mundo», cuenta por su parte una Agustina visiblemente emocionada.
La argentina es autora del largometraje To Kill the Beast (Matar a la bestia, 2020), y se ha ganado el reconocimiento por su polifacética labor como narradora, la directora, guionista, cinematógrafa, colorista y editora, sobre todo a raíz de su Mención Especial del Jurado al Mejor Cortometraje en el 72º Festival de Cannes por Monster God (2019).
Una trayectoria a la altura de la de su mentor que le permitirá nutrirse de su experiencia para apuntar todavía más alto. Aunque tal y como puntualiza el propio director, el beneficio promete ser mutuo: «Cuando conocí a Agustina y vi el tipo de trabajo que estaba haciendo, inmediatamente sentí que teníamos una conexión artística. Es una creadora increíblemente talentosa. Aunque yo soy el mentor, sé que aprenderé mucho de ella. Estoy muy emocionado por embarcarme en este viaje junto a ella».
Juntos tienen por delante un año en el que compartir sus experiencias, filosofías y proyectos, enriqueciéndose mutuamente con sus bagajes personales y, sobre todo, profesionales. «En realidad, esta, para mí, es la parte más emocionante. En el pasado, he hecho mis proyectos de cine de una manera específica. Definitivamente, un universo atmosférico, oscuro, a veces incluso cínico. Pero siento que tengo toda esta otra cara orientada a escribir literatura, monólogos cómicos, actuación... toda esta alteridad también soy yo», cuenta San Martín. «Mi objetivo es que mi próximo gran proyecto sea de alguna manera muy diferente a lo que he estado haciendo hasta ahora, y tomaré toda esa versatilidad creativa que aprenda de Lin-Manuel como mi principal motor para ello». Con esta actitud, todo apunta a que no habrá que esperar demasiado para disfrutar de los resultados