VOGUE (Spain)

Alessandro Michelle NOTAS PARA EL ALMA

- NUEVE DE MARZO DE DOS MIL VEINTE Un poema de Mariangela Gualtieri

Tengo que decírtelo:¶ había que parar.¶ Lo sabíamos. Todos notábamos¶ que era demasiado frenético¶ nuestro ritmo de vida. Demasiado inmersos en las cosas.¶ Sin pensar en nosotros.¶ Exprimiend­o cada hora, sacándole provecho.

Teníamos que parar¶ y no podíamos.¶ Debíamos hacerlo juntos.¶ Aflojar el ritmo.¶ Pero no podíamos.¶ No había fuerza humana¶ capaz de detenernos.

Y dado que ese¶ era nuestro deseo tácito compartido¶ –como una voluntad inconscien­te–¶ quizá nuestra especie haya obedecido,¶ y soltado las cadenas que servían de coraza¶ a nuestra semilla. Y haya abierto¶ las grietas más ocultas¶ y lo haya dejado entrar.¶ Tal vez por eso hubo un salto¶ entre especies: del murciélago a nosotros.¶ Algo en nosotros quería abrir las puertas de par en par.¶ Quizá, no sé.

Ahora estamos en casa.

Lo que está pasando es extraordin­ario.¶ Y hay oro, creo, en estos tiempos extraños.¶ Tal vez salgamos ganando.¶ Una recompensa para nosotros. Si nos ayudamos unos a otros.¶ La especie nos reclama ahora¶ con vehemencia, y como especie¶ debe pensar cada uno. Un destino común¶ nos ha traído hasta aquí. Lo sabíamos. Pero no del todo.¶ O todos o ninguno.

La tierra es poderosa. Está viva de verdad.¶ Siento cómo piensa en una idea¶ que a nosotros se nos escapa.¶ ¿Y lo que está pasando ahora? Es posible¶ que no sea ella la causante.¶ Y me pregunto si la ley que rige con firmeza¶ el universo entero y todo lo que sucede no es sino¶ la plena expresión de esa ley¶ que también nos gobierna a nosotros –igual que a todas las estrellas y a cada partícula del cosmos–.

Si la materia oscura quizá sea este mantenerse unidos en nuestra pasión por la vida, mientras la guadaña de la muerte¶ viene a equilibrar cada especie. Y la preserva en su justa medida, en su sitio,¶ avanzando en la dirección correcta. No somos nosotros¶ los creadores del cielo.

Ahora, una voz imponente nos dice sin palabras¶ que nos quedemos en casa, como niños¶ que se han metido en un lío sin querer y no van a recibir besos ni abrazos.¶ Cada uno en su retiro, que nos transporta¶ al pasado, tal vez al sosiego de nuestros¶ antiguos ancestros, de nuestras madres.

Mirar más al cielo; teñir de ocre¶ a un hombre muerto. Hacer pan¶ por primera vez. Contemplar un rostro con detenimien­to.¶ Cantarle una nana a un niño hasta que se duerma. Por vez primera,¶ estrecharl­e a alguien la¶ mano con firmeza;¶ sentir la fuerza del entendimie­nto. Sentir que estamos juntos.¶ Somos un solo organismo. Llevamos a toda la especie¶ en nuestro interior. La protegemos en nuestro interior.

Volveremos con más conciencia de ello¶ a estrechar con nuestra mano una mano ajena¶ –ese acto tan simple que ahora se nos prohíbe–.¶ Estaremos aquí, más atentos, creo. Nuestra influencia¶ en los haceres de la vida será más sutil.¶ Ahora que conocemos la tristeza de¶ estar a un metro de distancia

 ??  ?? Alessandro Michele, director creativo de Gucci, fotografia­do en su casa de Roma, comparte un poema de Mariangela Gualtieri, escrito en el período de cuarentena en Italia.
Alessandro Michele, director creativo de Gucci, fotografia­do en su casa de Roma, comparte un poema de Mariangela Gualtieri, escrito en el período de cuarentena en Italia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain