Gloria Gubianas promueve la moda sostenible para un mundo mejor.
Las empresas pueden cambiar el mundo. Con esa visión, GLORIA GUBIANAS, cofundadora de la marca de moda sostenible HEMPER, ha convertido sus mochilas en un auténtico referente.
Sostenibilidad económica, social y ecológica». Esos son los tres pilares clave sobre los que Gloria Gubianas (Barcelona, 1995) fundó hace cuatro años Hemper junto a cinco amigos. Sus características mochilas, fabricadas en Nepal con fibras y colorantes naturales, se hicieron rápidamente virales en Instagram, y lo que empezó como un proyecto del grado en Liderazgo, emprendimiento e innovación (LEINN), que cursaban Gubianas y sus compañeros, terminó convirtiéndose en la empresa por la que el pasado 2019, con tan solo 24 primaveras, fue reconocida como Mujer emprendedora del año en España.
Su gran vocación por ayudar a los demás la había hecho imaginarse desarrollando su carrera en el ámbito de la medicina, pero cuando la selectividad la dejó a una décima y el mundo empresarial se cruzó en su camino, Gubianas descubrió que había otra forma de contribuir a la sociedad que se adaptaba mejor a ella. El objetivo de Hemper es ayudar al desarrollo económico y social de Nepal a través de la creación de empleo y, a su vez, acercar a España un modelo de moda sostenible accesible a los jóvenes.
Todo empezó a raíz del viaje de voluntariado a Nepal de Álex Pastrana, otro de los socios fundadores, que a su vuelta quiso seguir en contacto con el país. «Yo estaba estudiando un grado de emprendimiento y también había estado de voluntariado en Nepal. Fue como un match perfecto», comenta Gubianas. El cáñamo les pareció bastante atractivo para el mercado español y decidieron comprar 50 mochilas. «Las vendimos enseguida, después compramos 100, 200... Y de ahí hasta que un día dijimos: ‘Vale, podemos desarrollar algo chulo a partir de aquí y sacarlo adelante’», recuerda.
El cáñamo, además del material principal utilizado en Hemper, es una de las fibras más ecológicas que existen hoy en día por la eficiencia de su cultivo. Pero lo que más les atrajo fue descubrir su origen, en la cordillera del Himalaya. «Allí tienen una tradición milenaria en la elaboración de prendas y nosotros estamos tratando de que no se pierda. En Nepal, un cuarto de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y estas comunidades que trabajan el cáñamo son las que están más aisladas y gozan de menos oportunidades», explica la emprendedora.
Hemper demuestra que la industria de la moda también puede ser sostenible. «Es responsabilidad de los consumidores, de los diseñadores, de los empresarios y de todas las personas que forman parte del sector», opina Gubianas