Balmain y Cire Trudon unen su talento en Ernesto, una vela con notas de rosa negra.

La última colaboración de BALMAIN reinventa uno de los objetos favoritos de su director creativo, OLIVIER ROUSTEING: la vela ERNESTO de CIRE TRUDON. Vestida de ‘marinière’ y con notas de rosa negra, esta edición limitada hará las delicias de la ‘Balmain Gang’.

La vela Ernesto, de Cire Trudon, forma parte de mi vida. Está en mi casa, en el estudio, en la oficina... Su olor me ayuda a relajarme, especialmente cuando hago bocetos con la música sonando, o en casa, recuperándome tras otro largo día. Creo que las velas tienen algo espiritual. Amo ese toque ceremonioso de prepararla, encender la mecha y dejar que su suave luz aporte calidez a un espacio. Creo que es por eso por lo que me relaja y me ayuda a sentirme más creativo cuando trabajo», asegura Olivier Rousteing (Burdeos, 1985), director creativo de Balmain.

El joven diseñador, apenas conocido en la industria cuando su fichaje se hizo efectivo en 2011, ha conseguido en menos de un decenio adaptar el espíritu Balmain al gusto del público del siglo XXI. Lo ha hecho a través de la ‘Balmain Army’ –un grupo de modelos y celebrities, amigas de Rousteing, que visten sus prendas: y encarnan su filosofía: Kendall Jenner, Gigi Hadid, Rihanna, Jourdan Dunn...– y de un buen batallón de colaboraciones con las que mantener viva la llama de la relevancia. Desde H&M (2015) hasta Victoria’s Secret (2017), pasando por Beyoncé (2018) Puma y Kylie Cosmetics (ambas en 2019). Tiene sentido, entonces, que el joven director creativo se haya animado a balmainizar la vela que lleva tantos años usando. «Era una colaboración natural», sentencia.

En este sentido, la emblemática Ernesto, superventas de la cerera Cire Trudon, fundada en 1643, se ha visto ungida por dos modificaciones clave. La primera ha modificado el envase, añadiendo el marinière, célebre estampado a rayas de la casa en tonos negro y dorado. «Los artesanos han llevado a cabo una creación impresionante, comenzando con una aplicación de pan de oro sobre un cristal transparente y, a partir de ahí, se aplica laca negra», concede Rousteing, que añade que «acaba creando un diseño de craquelados diminutos, haciendo que cada vela sea diferente. Para mí, es un reflejo perfecto del ADN Balmain». La segunda, apela al aroma. Si en la versión original el ambiente se inunda de cuero y madera de cedro del Atlas, pólvora y tabaco puro (Ernesto, bautizada por el Che Guevara, está indudablemente inspirada en la revolución cubana), la edición limitada Balmain X Cire Trvdon incorpora, gracias al talento de la perfumista Emilie Bouge, «un twist floral femenino a través de la rosa negra. Todos estuvimos de acuerdo: la idea de una fragancia moderna que funciona tanto para hombre como para mujer está en la personalidad Balmain», y ahora también, por tiempo limitado, en las centenarias velas de Cire Trudon