RETRATO DE UN ESCENARIO SINGULAR
Bely Basarte
2020 era el año en el que Bely Basarte (Madrid, 1991) planeaba revalidarse en el panorama musical español con el lanzamiento de su segundo disco, El camino que no me llevó a Roma. La cantante, convertida en viral en 2006 gracias a un mashup con David Rees en el que cantaban 55 canciones del año en cuatro minutos (y que ya alcanza los nueve millones de visionados en YouTube), lanzaba el primer single, Roma, en marzo, y su plan era seguir calentando el ambiente con varios sencillos más hasta la publicación del disco, antes de verano. La pandemia, sin embargo, trastocó los planes. No hubo ni firmas, ni gira estival, ni nada que se le pareciese, y el disco vio la luz el 5 de septiembre en un íntimo concierto en la madrileña sala La Riviera («La energía que se genera en un concierto no se puede generar de otra manera. Con mascarilla o sin ella, sigue ocurriendo», certifica la madrileña sobre aquel espectáculo).
«Soy una persona muy positiva, siempre busco esa resiliencia, para estar contenta con todo lo que hago. El hecho de haber tenido que posponer la salida del álbum me ha permitido hacer una serie de contenidos (acústicos, meet & greets con los seguidores vía Zoom, etc.) que no hubieran existido si no hubiera sido por esta situación», asegura Basarte, que también ha documentado los últimos 100 días antes de la publicación de disco a través del documental El camino hacia Bely Basarte, de Julen Hernández.