La emocionante ruta del queso favorito de reyes y sibaritas
Todo gran queso posee una gran historia. En el caso de Boffard, es extraordinaria y abarca más de 130 años. Un placentero viaje en el tiempo lleno de sabor –de regio sabor– que se inicia a finales del siglo XIX, en Grenoble, y culmina en tu mesa. En 1880 el perito agrícola e inquieto empresario Claude Napoleon Boffard, tras haber dejado su ciudad natal unos años antes, se establece en Reinosa y funda la primera fábrica de quesos de toda España. Bautizada como La Reinosana, en solo dos años atesoró tal prestigio que en 1882 Boffard obtuvo el honorable título de proveedor de la Casa Real de Alfonso XII. El siguiente hito se remonta a 1950, cuando la quesera se traslada a Frómista –Palencia–. En esta tierra castellana, el carácter de Boffard se empapa de las tradiciones de los pastores y de su arte para elaborar quesos con leche cruda de oveja, que son el deleite de los sibaritas más exquisitos. Desde 1996 la casa Boffard se emplaza en Corcos del Valle, donde las tres variedades –el potente Boffard Reserva (cien por cien pura leche cruda de oveja), el complejo Boffard Curado (una mezcla de leche cruda de vaca y oveja) y el selecto Boffard Gran Reserva (de leche cruda de oveja originaria del primer destete de la primavera)–, no han perdido sus raíces ni su autenticidad. Un sabor madurado con cuidado, intenso y único como su larga y centenaria vida conquistando paladares exigentes. La siguiente parada... son tus sentidos