La aventura más exclusiva de Jacques Cavallier, maestro perfumista de Louis Vuitton: el nuevo servicio de alta perfumería a medida.
El francés JACQUES CAVALLIER, maestro perfumista de LOUIS VUITTON, se embarca en la aventura más exclusiva de la ‘maison’ francesa: el nuevo servicio de alta perfumería a medida. Su objetivo consistirá en traducir a una fragancia la personalidad y los deseos de los clientes más exigentes de la casa, que aproximadamente un año después de que dé comienzo el proyecto (del que serán cocreadores) recibirán un maletín con el resultado final: su propio retrato olfativo.
El lujo es una fábrica de sueños que se vuelven realidad», reflexiona desde su oficina, en Les Fontaines Parfumées, Jacques Cavallier Belletrud (Grasse, 1962), maestro perfumista de Louis Vuitton desde 2012 y uno de los profesionales más prolíficos y versátiles del sector. Asegura, además, que su trabajo en la casa francesa se fundamenta en dos pilares básicos: la creatividad y el acceso a las mejores materias primas del planeta. No lo dice por decir. Para él, no es lo mismo emplear en una composición el jazmín de Grasse (el más caro, con una cosecha muy limitada) que el de China. «El lujo también es tener la posibilidad de elegir entre los mejores ingredientes del mundo», añade. «Usar el jazmín que cultivamos en Grasse, aunque sea una ínfima gota en un perfume, marca la diferencia. Lo hará más sofisticado, le otorgará mayor nobleza y permanencia en la piel. Es como cuando se seleccionan exquisitas piedras preciosas en joyería: la calidad de los materiales es la auténtica clave del lujo».
Según el veterano creador (responsable de emblemas de la industria como Classique, de Jean Paul Gaultier, o L’Eau d’Issey, de Issey Miyake), el uso generalizado de mascarillas está permitiendo que la perfumería regrese a sus orígenes. «El vínculo con
nuestra fragancia volverá, por fuerza, a su esencia más íntima. Nos perfumaremos para nuestro propio placer. En un universo en que los demás no nos huelen, lo que nosotros olemos se vuelve más valioso», defiende.
En ese sentido, la última propuesta de Louis Vuitton entronca de manera fundamental con el signo de los tiempos: Jacques Cavallier será el responsable de crear un retrato olfativo único a quien contrate el nuevo servicio de alta perfumería a medida de la maison. «Podrán quedarse con ese aroma el resto de su vida», argumenta emocionado el perfumista, que antes de comenzar a trabajar en las formulaciones –siempre con acceso a los ingredientes más exquisitos, puntualiza– se entrevistará con los clientes (de manera digital, por el momento) para conocer sus gustos, sus inquietudes, sus más preciados recuerdos de la infancia... «Es una responsabilidad enorme, además de un reto, porque los aromas son muy personales», dice. Espera transformar en realidad los sueños olfativos de unos diez clientes en 2021, que tendrán que esperar entre 9 y 12 meses desde el primer encuentro con el perfumista hasta que reciban en su casa el gran maletín que albergará varios frascos de su propio aroma. Único. Personal. Firmado por Jacques Cavallier. Porque eso es el lujo, convertir los sueños en realidad. «En ese sentido, en Louis Vuitton, el cielo es el límite. Es decir, aquí todo es posible», sentencia el maestro