La nueva novela de Brit Bennett: racismo y colorismo en EE.UU.
La escritora estadounidense BRIT BENNETT imagina en su nueva novela un pueblo de Luisiana obsesionado por el color de la piel. Se centra en las mujeres de un mismo árbol genealógico para indagar sobre cómo se construye una persona y qué variables pueden afectar a cómo elegimos nuestro camino en la vida.
Había una nota de texto, guardada con urgencia en su teléfono móvil, a la que Brit Bennett (Oceanside California, 1990) regresaba casi de forma inconsciente una y otra vez. El texto, breve y sintético, resumía una historia que le había contado su madre sobre un pueblo de Luisiana en el que la población estaba verdaderamente obsesionada por el color de su piel. «No dejaba de preguntarme cómo sería vivir en un lugar así. Fantaseaba con que era como un proyecto eugenésico y con cómo esa suerte de ingeniería social podría afectar enormemente a la población, que tenía que elegir con cuidado con quién se casaban para ver cómo sería la piel de sus hijos, etc.», cuenta la escritora a través de Zoom, desde su casa en Nueva York.
Para empezar a elaborar sus propias respuestas se vio avocada a dar vida a Mallard, una localidad que, aunque «no aparece en los mapas», llena las páginas de La mitad evanescente (Literatura Random House; en catalán se publica con Edicions del Periscopi). Allí se criaron en los años sesenta las gemelas Vignes, Desiré y Stella, con una piel tan clara que podían ‘pasar por’ blancas. Alude así, al término passing, empleado en Estados Unidos entre los siglos XIX y XX para referirse a cuando una persona racializada puede integrarse en la mayoría blanca a causa de su apariencia física, escapando así de los estigmas y limitaciones legales y sociales de la segregación racial. «La mayor parte de la literatura que hay sobre el tema es muy antigua. Quería traer la idea al siglo XXI. ¿Qué significa realmente ‘pasar por’ si somos conscientes de que la mayoría de categorías son fluidas e inestables, y que podemos transitar entre ellas?», reflexiona la escritora.
De este modo, cuando las gemelas Vignes huyen de su casa con dieciséis años, sus vidas toman rumbos muy diferentes. Desirée regresará una década después a Mallard con una hija más oscura que la noche (el color de su piel no se lo pondrá fácil en una localidad consumida por el colorismo), mientras que su hermana Stella ‘desaparecerá’ para, según se descubre más tarde, casarse con un directivo de una empresa y convertirse en madre y ama de casa blanca de barrio residencial de los suburbios. «Me gustaba esa idea, especialmente americana, de que uno puede construir su camino y crear quién quiere ser. Si bien es cierto que esta afirmación no sirve para todos, solo para unos pocos privilegiados, todos los americanos elegimos voluntariamente creer en ella», elabora Bennett. «Todas las elecciones que hace Stella hasta el momento en que es madre, son suyas propias. Así que, para mí, eso entronca mucho con esta mitología de la creación personal en la que el individuo es lo más importante. Quise buscarle las vueltas a la afirmación, porque puede ser muy liberadora la idea de crearse a uno mismo pero también puede convertirse en algo tremendamente destructivo». Efectivamente, cuando la construcción personal pasa por borrar la identidad original, pueden surgir conflictos. «Creo que las grandes preguntas que me hago en el libro son ¿cómo se convierte uno en sí mismo? y ¿qué es lo que he elegido y qué es lo que han elegido por mí? Son cuestiones universales, en las que todos pensamos en algún momento dado. Lo he aterrizado en la idea del ‘pasar por’ pero, como te imaginarás, la idea de ser otra persona diferente es bastante universal».
La mitad evanescente, con su discurso sobre el colorismo, el passing y el (poder) ser uno mismo a través de la historia de dos hermanas gemelas cuyas vidas no pueden ser más diferentes, llegó al mercado estadounidense pocas semanas después del asesinato de George Floyd (en mayo de 2020) que había desatado una oleada de manifestaciones contra la brutalidad y el racismo policial en Estados Unidos. En ese contexto, no es de extrañar que las grandes productoras comenzasen una puja encarnizada para conseguir los derechos de adaptación desde el mismo momento de su lanzamiento. De entre los 17 contendientes, fue HBO quien se alzó con el galardón. «Fue surrealista. Estaba en mi apartamento, de donde no había salido desde hacía meses por la pandemia y, de repente, mi libro estaba teniendo una vida propia, fuera, en el mundo... Recibir todo ese interés por parte de Hollywood fue muy sorprendente y, en realidad, bastante divertido», confiesa la autora, ahora también productora ejecutiva, del novelón que lleva cuarenta semanas en la lista de los más vendidos de The New York Times