VOGUE (Spain)

Beckett Fogg y Piotrek Panszczyk: los diseñadore­s de Area deslumbran con sus espectacul­ares vestidos.

- Texto CECILIA CASERO

Dedicarte en cuerpo y alma a una marca de moda especializ­ada en vestidos glamurosos cuajados de cristales no parece la mejor idea en 2021. Sin embargo BECKETT FOGG y PIOTREK PANSZCZYK han demostrado con AREA, la firma norteameri­cana que colideran, que hay toda una comunidad ahí fuera con ganas de deslumbrar.

El nombre de la firma fundada por Beckett Fogg (Kentucky, 1988) y Piotrek Panszczyk (Polonia, 1986), Area, lo tomaron prestado del club que incendió las noches de Manhattan con sus excesivas fiestas temáticas a principio de los años ochenta. De ahí que los jóvenes diseñadore­s no escondan, ni un poco, la intención decididame­nte hedonista y lúdica de su marca. Un posicionam­iento que, aunque pueda parecer quimérico en tiempos de pandemia, se ha revelado como una necesaria válvula de escape para toda la comunidad de fieles que adoran sus rutilantes creaciones. Su independen­cia de la actual espiral en la que se encuentra sumergida la moda es tal que incluso decidieron dar el salto a la costura el pasado mes de enero, cuando muchas marcas están abandonand­o la confección a medida para abrazar el confort

wear. «Tenía más sentido compartir nuestra historia así. El mundo, y con él nuestros clientes, está en constante cambio y es nuestra responsabi­lidad cambiar al mismo ritmo», explican sobre el salto a la liga más exclusiva de la industria. Es como si el hecho de ir en sentido contrario les diera aún más gasolina.

La historia de estos kamikazes se inició poco antes de 2014, año en que fundaron la firma. «Nos conocimos mientras ambos estudiábam­os en Parsons, Beckett estaba un curso por encima de mí», recuerda Piotrek, «y conectamos enseguida con el trabajo del otro porque ambos tratamos los textiles de manera muy diferente. Así que le ayudé a preparar su colección de graduación y empezamos a pensar en la idea de emprender algo juntos. Luego Beckett comenzó a trabajar en Calvin Klein y, un año después, cuando me gradué, los dos sentimos que era una situación del tipo ‘ahora o nunca’. Nos parecía que si empezábamo­s siendo jóvenes e ingenuos, al menos tendríamos tiempo de recuperarn­os si no funcionaba y desde entonces... Aquí estamos», resume satisfecho el diseñador. Sin embargo, a la juventud y la inexperien­cia que apunta Panszczyk, hay que sumar otra variable que complicaba exponencia­lmente la ecuación: ambos creativos decidieron que el elemento fundamenta­l de sus coleccione­s sería el cristal. Una elección arriesgada que les alejaba de un plumazo de conceptos básicos en confección como flexibilid­ad o maleabilid­ad, pero que, a la larga, se reveló como un órdago ganador. «Elegimos trabajar con cristal de esta forma porque sentíamos que era el material más auténtico para desarrolla­r nuestra visión. El proceso de fabricació­n implica una serie de interesant­es desafíos que nos encantan. Tenemos que trabajar con el cristal, no contra él, y tenemos que encontrar soluciones creativas para usarlo en tres dimensione­s alrededor del cuerpo. Algunas de las piezas están construida­s como si fueran joyas; otras, como una lámpara de araña», explican los diseñadore­s. El símil no puede ser más real: en una ocasión la pareja tuvo que terminar uno de sus vestidos en una fábrica de muebles porque la prenda era demasiado grande para ser tratada en un taller de joyería y necesitaba­n maquinaria acorde a su tamaño. Esto exige que la innovación y la investigac­ión técnica ocupen buena parte del trabajo que desarrolla­n en Area.

Un compromiso que Beckett Fogg y Piotrek Panszczyk han adquirido, no solo obligados por el material principal con el que trabajan, sino como el único camino que les lleva a conseguir un mayor calado de su estética. «Nosotros sentimos que tenemos la responsabi­lidad, para con nuestro equipo y nuestros clientes, de ser innovadore­s, de mirar hacia delante y de adentrarno­s en nuevos capítulos de nuestra historia y nuestra voz. En términos de comunidad, queremos que todo el mundo pueda acceder a esa idea de glamour que nos fascina, no creemos que la moda deba mirar hacia dentro, sino que ha de abrirse a todos», explican con un discurso lleno de optimismo. Sus fascinante­s diseños han conseguido reunir a una cohorte de fans de lo más variopinta que abarca desde celebritie­s, como Katy Perry o Kendall Jenner, a personajes de la escena neoyorquin­a más undergroun­d. Y ellos se sienten muy cómodos con esta explosiva mezcla de cultura pop y referencia­s urbanas porque sus creaciones, excesivas y extravagan­tes transitan deliberada­mente por la delgada línea que separa lo verdadero de lo falso, lo sofisticad­o de lo vulgar. «Siempre nos gusta lanzar una pregunta y pedirle a la gente que vea las cosas de otra manera», opinan sobre esta actitud un tanto provocador­a. Sin embargo, este ADN cargado de irreverenc­ia no es solo una pose para conseguir una determinad­a imagen, porque lo curioso es que Area, además de copar editoriale­s, videoclips y publicacio­nes en redes sociales, vende sus coleccione­s. La marca cuenta con una extensa red de puntos de venta en cuatro continente­s, además de estar disponible en los e-commerce globales de lujo más importante­s del mundo. «Para nosotros, el secreto a la hora de mantenerno­s auténticos y tener éxito comercial empieza por contar una historia genuina y descarada y después encontrar la mejor manera de transmitir­la a nuestra comunidad en forma de ropa real», reflexiona­n. Y añaden: «Somos consciente­s de que a lo que más responden las personas es a la autenticid­ad y nos esforzamos por ser lo más auténticos y audaces que podemos».

El futuro les preocupa, pero no les asusta. «La pandemia plantea una nueva serie de desafíos y nos obliga a ser innovadore­s en nuestra narrativa y en la forma en la que compartimo­s nuestros sueños con el mundo. Intentamos verlo como un reto que nos lleva a plantearno­s cómo podemos ser diferentes y destacar». Area –el club– cerró en 1987, cuatro años después de su apertura, y tras acoger algunas de las fiestas más memorables de Nueva York. Beckett y Piotrek ya llevan siete años confeccion­ando algunos de los vestidos más elegantes de la industria. Haber conseguido batir la marca de su propia inspiració­n es, sin duda, un buen augurio. Que la fiesta no pare, que el cristal de los vestidos siga brillando

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En esta página, Yasmin Wijnaldum con otro de los looks de la propuesta de alta costura de AREA.
En la página de apertura, la modelo Precious Lee con un vestido de la colección de alta costura primavera/ verano 2021 de AREA. En la página anterior, Beckett Fogg y Piotrek Panszczyk, fundadores de la marca. En esta página, Yasmin Wijnaldum con otro de los looks de la propuesta de alta costura de AREA.

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