Un impulso de juventud para pieles maduras

No existen dos rostros idénticos ni tampoco dos tratamientos iguales. La medicina estética actual se centra cada vez más en ofrecer soluciones únicas y personalizadas a cada paciente, algo en lo que coinciden las doctoras Sara Barberá, Laura Castelblanque y Judit Valiente. Con clínicas en distintas zonas de la Comunidad Valenciana, buscan ofrecer un enfoque integral, con resultados naturales y respetuosos con los rasgos individuales. Concuerdan, además, en que uno de los protocolos estrella es el ácido hialurónico de Teoxane, clave para tratar los signos del envejecimiento cutáneo sin perder la frescura. Junto a otros protocolos, estos tratamientos poco invasivos suelen ser de los preferidos para el cuidado cutáneo en torno a los 40 y 50 años. Según apunta la doctora Barberá, a partir de esta edad las pacientes “buscan recuperar la luminosidad, la hidratación, la pérdida de jugosidad... Dentro del ácido hialurónico recomiendo la redensificación de Teoxane, porque gracias a su composición aporta calidad a la piel generando una hidratación profunda, una mejora de la elasticidad y luminosidad”. En la misma línea va la recomendación de la doctora Castelblanque que, antes de cualquier relleno dérmico, aconseja emplear “ácido hialurónico no reticulado, que no nos dará volumen, pero sí va a alimentar la piel. Con esto conseguimos un rostro sano, fresco y jugoso; la piel recibirá mucho mejor lo que pongamos después”. Si luego queremos pasar a los rellenos, la doctora Valiente aconseja algo muy sutil en torno a los 40 años, ya que los signos de la edad aún no son tan evidentes, pero sí conviene prevenir. “Se puede poner algo de volumen con ácido hialurónico donde sea necesario, sin que nadie pueda apreciar los cambios salvo para notar que el tiempo no pasa para esa persona”, apunta. Al acercarse a los 50, ya recomienda comenzar a combinar el hialurónico con otro tipo de tratamientos, aunque recuerda que “es fundamental mantener la armonía en la cara. Tiene que haber equilibrio para que los resultados sean naturales”

@clinicajuditvaliente Cuidado total “A veces un paciente viene por un tratamiento muy específico, pero en la mayoría de los casos quieren asesoramiento integral”, apunta la Dra. Judit Valiente, con una dilatada experiencia que comenzó cuando la medicina estética como tal casi no existía. Desde su trabajo en la Clínica Judit Valiente (Valencia), ofrece un enfoque global. “Quiero que puedan realizar sus procedimientos desde el convencimiento de que salud, bienestar y estética van de la mano”, declara sobre su motivación para fundar este proyecto. IG:

@clinicabarbera Naturalidad ante todo “Cuando monté la consulta, uno de mis objetivos era ejercer la medicina estética con rigor, desde la formación y buscando siempre la naturalidad absoluta”, cuenta la dra. Sara Barberá sobre el enfoque con el que fundó la Clínica Barberá (La Vall d’Uixó, Castellón). Pionera en esta especialidad en España, aboga por hacer “un análisis tridimensional del paciente”. Los tres pilares en los que se sustenta son “la genética, los hábitos y su historial de tratamientos previos”, para ofrecer soluciones a cada necesidad. IG:

@clinicacastelblanque Espíritu cercano Para la dra. Laura Castelblanque, de la Clínica Castelblanque (Dénia, Alicante), lo esencial es cultivar una buena relación con sus pacientes. “A la primera sesión, la informativa, le doy muchísima importancia porque hay que dedicarle tiempo a la escucha, a la calidad humana”, explica. La prudencia a la hora de realizar los tratamientos, la búsqueda de la naturalidad y una especial preocupación por el bienestar de la piel caracterizan su filosofía. IG: