Lola Índigo saca nuevo disco, cargado de bailables temas veraniegos que invitan a reflexionar sobre los sueños adolescentes.
Saltó a la fama en 2017 de la mano de ‘Operación Triunfo’, y un año después puso a media España a cantar (y bailar) al ritmo de ‘Ya no quiero ná’. Ahora, la madrileña LOLA ÍNDIGO regresa con un nuevo disco cargado de temas veraniegos y bailables que, además, encierran potentes reflexiones sobre los sueños adolescentes y el riesgo de cumplirlos.
Suena la campana de un colegio y da comienzo La niña de la escuela, el himno veraniego, con aromas de piscina, que abre el nuevo larga duración de Lola Índigo, La niña. «Un segundo álbum con quince temas que son una zambullida en las rosadas aguas de la memoria adolescente, un viaje al pop de las divas de principios de siglo y al reguetón de vieja escuela», explica Miriam Doblas (Madrid, 1992) que se dio a conocer en 2017, en Operación Triunfo, y reventó las pistas de baile, ya con el sobrenombre de Lola Índigo, a finales del año siguiente de la mano de Ya no quiero ná, primer single de su álbum debut, Akelarre (2019). «Para mí, este nuevo disco es artísticamente superior», defiende ahora. Se ha implicado hasta el último detalle en la producción, el sonido, concepto y arte del proyecto.
El proceso creativo la ha devuelto a sus recuerdos desde los sonidos de los 2000 –cuenta haberse nutrido de la música de esa década, desde Gwen Stefani y Britney hasta Don Omar y Daddy Yankee– para reflexionar sobre el choque de realidad con las expectativas de una vida idealizada. «Contiene la esencia de por qué quise ser pop star desde pequeña. Era lo que siempre había soñado, y ahora que tengo lo que siempre he querido no puedo tener lo que siempre he tenido», reflexiona Índigo, que visualiza la felicidad como un tanque de agua que va colmándose y vaciándose. «No por tener más éxito el tanque va a ser más grande», razona. «Yo siempre he sido muy feliz en un escenario. El tanque estaba hasta arriba cuando cantaba en un cabaré en Marbella». Esta reflexión sobre el precio del estrellato agria las letras de unas melodías insufladas de optimismo. Es el contraste entre el personaje de Lola Índigo y el carácter infantil que todavía habita en ella, que esconde tras los lujos de esta nueva etapa un decorado teatral, un juego.
«Esta vida es divertida pero igual no es para mí», canta en Spice Girls, la última canción que escribió para el nuevo álbum (y una de las primeras que han sonado en las emisoras) y también uno de los mayores gestos de libertad creativa de la cantante hasta la fecha. «Con el primer disco no hay expectativas, pero enfrentarse al segundo es diferente, y yo me quiero sentir libre para experimentar y hacer cosas inesperadas. Necesitaba desarrollar otra parte de mí, quizá menos comercial, introducir un sonido nuevo... Y sabía que mis fans lo iban a entender», explica sobre los sentimientos que acompañan a este single.
No es la única canción en la que la artista desnuda sus emociones y deja al descubierto aquellos temas relativos a la salud mental que tanto nos importan (por fin) hoy. «La llorera es la más personal», apunta. «Yo tengo mucha energía y ganas de ayudar, es algo que me llena el alma y me quedo vacía a veces porque le dedico mucho a esto, o a alguien que, en este caso, se pierde entre otras cosas. Hay una canción de Beyoncé que se pregunta quién está ahí para salvar al héroe. Yo me pregunté quién estaba para mí cuando lo necesitaba. Un día te levantas hecha mierda, no entiendes nada y no hay nadie ahí para ti. Así me sentía. Tuve que dejar de grabar el disco para escribir La llorera».
Introspecciones aparte, La niña está también plagada de ritmos bailables con visos de convertirse en la banda sonora que un verano (especialmente uno como el de 2021) necesita. De entre sus quince temas destacan también importantes colaboraciones con Mala Rodríguez, Beret, Don Patricio o Tini y Belinda, que serán también parte del videoclip de La niña de la escuela. «Sé que es una buena canción y que va a significar algo para muchas niñas», y vaticina: «La gente se la va a gozar este verano»