La fotógrafa Andrea Savall publica ‘Cosas de las que no deberías hablar’ y convierte su ‘fanzine’ ‘Girls From Today’ en libro.
La fotógrafa ANDREA SAVALL edita ‘Cosas de las que no deberías hablar’ y convierte su ‘fanzine’ ‘Girls From Today’ en libro, mientras aborda con mirada femenina los miedos y tabúes que arrastramos.
Ya la cuarta entrega, el fanzine se hizo libro. Tapa dura y un nuevo formato más sólido para el proyecto personal levantado por la fotógrafa Andrea Savall (Alcoy, 1993). Lo que fue concebido por su autora como trabajo de fin de máster (de fotografía, en el IED) en 2017 ha crecido hasta convertirse en algo mucho más grande que ella misma. Cosas de las que no deberías hablar hace de los temas de conversación que tradicionalmente han estado mal vistos en boca de mujeres su eje central y materia prima. «Trabajar en este libro ha sido como meter en un saco todos los miedos y tabúes de un montón de mujeres, agitarlo y poner el resultado sobre la mesa, para compartirlo entre todas y, de esa manera, liberarnos», reflexiona Savall. «Si las cosas no se hablan, no se pueden normalizar».
Es así, en busca de la catarsis colectiva, como este volumen ha terminado abordando un variopinto catálogo de preocupaciones femeninas. Desde los sueños de futuro y amor romántico que heredamos y con los que convivimos en conflicto, retratados por la escritora Anna Pacheco, hasta el tabú del sexo anal, recogido en el texto de Alex de la Croix. Nombres propios que han desfilado por el objetivo de Savall y que conforman un casting de altura a los que se unen algunas de las voces más influyentes de la conversación digital. Un ‘akelarre grupal’ del que participan Andrea Gumes, Valeria Vegas, Soleá Morente, Natalia
Lacunza, Ana Rujas, Amarna Miller o Carolina Iglesias, compartiendo espacio con otras artistas emergentes dignas de apuntarnos y tener presentes en el radar. «No quería fotografiar únicamente a mujeres superconocidas porque así solo cuentas una versión de la historia, y me parece muy bonito brindar visibilidad a perfiles que quizás no llegan habitualmente a tantas personas», cuenta la fotógrafa. Una de estas creativas es Amelia García, responsable del marmoleado que recubre la portada y sobre el que la artista ha escrito su texto, que versa sobre la dificultad del tránsito de niña a mujer o, más bien, a propósito de ese síndrome de la impostora que nos lleva a menudo a la infantilización frente a los demás.
Dos contratiempos marcaron el nacimiento de este libro. El primero, la pandemia global de la covid-19, enfermedad que contrajo también la autora. «Con el confinamiento se frenó todo el proyecto, no me apetecía hacer un libro solo de sesiones de Zoom, y eso hizo que el trabajo se alargase hasta dos años». Una vez retomado, cuando el volumen estaba casi terminado, en una nueva pirueta de la ley de Murphy, ocurrió el segundo: el disco duro en el que almacenaba las fotografías se estropeó y se borró todo, dejándola solo con lo disparado en carretes analógicos. «Ahí decidí que no lo iba a maquetar yo. Llamé a Marta Llorens, amiga y gran diseñadora, y eso fue lo que logró que el fanzine terminase siendo un libro».
Cuenta la fotógrafa que editar un volumen sobre tabúes femeninos en 2021 genera un poco de sensación de incredulidad, –«¿En serio aún tengo que explicar esto?»–, pero los temas que se diseccionan en él lo merecen, y no sin cierta urgencia. Se abordan necesarias reflexiones sobre la educación menstrual, la salud mental o el abuso sexual. Al abrir sus tapas, una modelo que intenta no romper un huevo recibe a la lectora y, al cerrarlo, esa misma mujer ha roto de manera gloriosa el cascarón. «Este libro me ha dado un abrazo colectivo», cuenta Savall, deseando que esa sensación de acompañamiento se prolongue hacia muchas mujeres más