La cantante Yseult salpica sus canciones de temas como la salud mental, la autoestima, su raza y su talla, y debuta ahora como embajadora global de L’Oréal Paris.
La cantante francesa YSEULT, que salpica las canciones de temas tan íntimos como su salud mental, su autoestima, su raza y su talla, ha debutado este verano como embajadora global de L’ORÉAL PARIS. Su melódico mensaje, cargado de un muy necesario realismo, le sirve al mismo tiempo para crear ‘hits’ pegadizos y abordar su propia vulnerabilidad.
Siempre escribo sobre salud mental, sobre mi cuerpo, sobre mi familia... Me parece que necesito hacer ese tipo de introspecciones para conocerme al ab 100%. Y me ayuda mucho hablar de ello y compartirlo con mis fans», declara, al otro lado de la pantalla de Zoom, Yseult Onguenet (Aisne, 1994). La Rosalía francesa, según la han descrito medios especializados, se encontraba preparando su salto a la escena internacional –a base de y-trap y algunas concesiones a la chanson tradicional, siempre aderezadas con su verbo honesto y reivindicativo– cuando el pasado junio la firma cosmética L’Oréal Paris decidió otorgarle fama planetaria de manera instantánea convirtiéndola en embajadora de sus productos. Según la marca, se merecía el codiciado puesto, que comparte con otras estrellas como Andie MacDowell, Jane Fonda o Viola Davis, por «servirse del poder de escribir canciones para superar obstáculos y liderar el camino de otras mujeres con el mensaje: sé exactamente quien eres».
«Es el sueño de cualquier niña», respondía Yseult en sus redes tras la noticia de su nombramiento. «Veo una oportunidad increíble para poder representar a todas las bellezas que existen alrededor del mundo, así como la diversidad y la emancipación», añade ahora. No son palabras vacías: la portada su último EP, Noir, lanzado originalmente en 2019, ya llevaba en portada algunos pliegues de su propia anatomía. Mostrarse desnuda era poco menos que un símbolo de disidencia, un mensaje para que el mundo entendiese que desde ese momento cambiaba unilateralmente las normas del juego: «Mi cuerpo es único y complejo al mismo tiempo. Es único porque soy una chica de talla grande, y me encanta. Para mí es muy importante poder mostrar que todo es posible en la belleza y en tu propio cuerpo. Busco siempre trasladar ese tipo de mensajes de amor hacia una misma, de paciencia... y de saber que no pasa nada si no nos sentimos bien un día con quienes somos», reflexiona. Y reitera: «Estoy aquí para representar la diversidad y para visibilizarla».
Sin embargo, esta arrolladora francesa de padres cameruneses, que se dio a conocer en un programa televisivo (Nouvelle Star, del que quedó finalista en 2014) y que en 2018 montó su propio sello discográfico para poder controlar el rumbo de su carrera, no siempre ha sido esa mujer segura de sí misma, con clarísimas ambiciones profesionales, que cuelga el ‘entradas agotadas’ en cada concierto. «Hay veces que me siento muy bien en mi propia piel y otras mal. Creo que sentirse así es muy normal, y que lo realmente importante es aceptarlo, porque para aprender de ti misma es necesario entender esa dualidad», explica. En sus canciones (Rien à proveur, Corps, Noir...), lo mismo enumera las dificultades que tuvo para salir adelante en la música que habla sobre la fragilidad de la salud mental, la raza o la talla. Cuando se sube sobre el escenario, quita la coraza de su corazón y exorciza en directo todos sus demonios: «Siempre soy vulnerable cuando estoy cantando. Siempre. Y no me da vergüenza, sino orgullo», cuenta.
La francesa, que este año se llevó el premio a mejor artista revelación en los Victoires de la Musique franceses («No es solo una victoria para mí, es una victoria para mis hermanos y hermanas. Hemos reclamado esto, nuestra libertad, nuestra independencia. Este espacio. Nos lo merecemos», dijo al recoger el galardón), debutó en su nuevo cargo con L’Oréal Paris durante una de las citas predilectas de la firma cosmética: el Festival de Cannes, que patrocina desde hace cinco lustros.
Este año, además, la multinacional lanzó el premio Lights on Women, dotado de 30.000 euros para apoyar nuevos talentos cinematográficos, una coincidencia que a Yseult le ha gustado especialmente. «Las mujeres no estamos especialmente representadas en la industria cinematográfica ni cultural, para el caso, y esto hay que cambiarlo. Necesitamos este tipo de premios, y me encanta que sea L’Oréal quien está detrás de esta oportunidad» Quizás, ahora, eso de que ser embajadora de la marca sería el sueño de cualquier niña cobra un nuevo (y poderoso) sentido