OBJETIVO: VIVIR SIN RESIDUOS PSÍQUICOS
Los pensamientos negativos y las emociones desagradables nos cargan a nivel emocional y generan lo que Adela Berrozpe llama «montañas de residuos psíquicos que necesitamos eliminar para seguir avanzando». Se derivan de la forma en la que procesamos nuestras emociones, y modificar el hábito pasa por identificar y separar los hechos que nos generan preocupación y valorar después cuáles de ellos son importantes en el aspecto vital y cuáles son racionalmente insignificantes, teniendo en cuenta necesidades básicas como familia, amor y salud. En este proceso de reciclaje es necesario ser conscientes de nuestro poder mental para poner en cuarentena las emociones que no son adecuadas. «Cada preocupación que tenemos es única, nos genera diferentes emociones y tiene soluciones distintas. Tenemos que desechar lo que no nos construye en positivo, los malos pensamientos, las preocupaciones banales, los problemas que no están en nuestras manos», explica Berrozpe. Porque despojarse de los residuos psíquicos y del desorden mental que provoca mezclar emociones también ayuda a alcanzar el equilibrio.