El orgullo de nuestro fútbol tiene nombre femenino
Cuando Alexia Putellas (Mollet del Vallès, 1994) subió al escenario para recoger el Balón de Oro de las manos de Kylian Mbappé era consciente de que estaba haciendo historia del fútbol español, que no registraba este galardón desde que en 1960 Luis Suárez se hiciera con él. La Reina, centrocampista del FC Barcelona, ha sido una estrella que ha brillado con luz propia en la galaxia del fútbol internacional y todo gracias a su juego. Primero vino el reconocimiento de la UEFA, que la nombró Mejor Jugadora Europea, y ahora se lleva a casa ese Balón de Oro, un premio que celebra su precisión, su posesión y su sensibilidad para cada oportunidad de gol. Cualidades que desde su fichaje en 2012 han alzado a las azulgranas con cinco títulos de liga, seis copas de la Reina y la última Champions.
Por las futbolistas del mañana.
Todas las niñas que sueñan con vivir del deporte tienen hoy la suerte de contar con ella como referente de compromiso, responsabilidad y constancia. Su historia actúa como un espejo en el que se proyectan las trayectorias de las atletas del futuro, y no hay mejor recompensa para ella. Además de ser siempre responsable, tanto dentro como fuera del campo, Putellas es una jugadora de equipo, cien por cien comprometida con sus compañeras, a quienes dedicó el Balón de Oro en París.
Hacia un fútbol femenino justo.
Consciente de la enorme brecha salarial que todavía persiste en el fútbol, de la pobre cobertura mediática del deporte femenino en general y de su privilegio como jugadora del Barcelona frente a otros clubes que invierten menos en sus equipos, Putellas no da rodeos a la hora de denunciar todas estas carencias que sufren las futbolistas en nuestro país. “Hay muchas cosas que se hacen para la foto, pero luego no hay avances reales”, contaba a Vogue España. Sin embargo, se mantiene optimista de cara al futuro y las conquistas que quedan por llegar. Así como con su propia trayectoria. “Quiero sentir que soy cada vez mejor persona y mejor futbolista”, aseguraba en la misma entrevista. Un deseo que merece la pena que veamos cumplido, así como el de todas las chicas que hoy sienten que pueden llegar más lejos de lo que creían gracias a su ejemplo