BELLEZA Y CONFIANZA, UNA SIMBIOSIS CONSTANTE
Cara a cara frente al espejo, ¿qué sentimientos surgen? Resulta imposible responder debido a la percepción. Hay quien se ve reflejado con optimismo. Otras personas se centran solamente en aquellas zonas del cuerpo que mejorarían. Es el poder de la confianza: esa fuerza capaz de transformar la manera en la que uno se siente en su propia piel. La relación entre el aspecto y la autoestima es una moneda de dos caras, especialmente cuando se habla de tratamientos estéticos. Lo sabe bien Allergan Aesthetics, que celebra un año de “The Power of Confidence”, un concepto para acentuar la confianza en uno mismo y en los expertos, abogando por una belleza mucho más individualizada y natural. Las conclusiones extraídas del Consumer Beauty Insight Study, un estudio relativo a la confianza que han realizado en España, resultan de lo más reveladoras: a la mayoría de los encuestados les gustaría mejorar algo de su físico, especialmente de su rostro. De hecho, una gran parte considera que un tratamiento no quirúrgico, tanto facial como corporal, podría conseguir un aumento de su confianza y su autoestima. Las cifras también hablan de un cambio de actitud al respecto de las intervenciones estéticas: están mucho más aceptadas que hace cinco años, y eso se aprecia en las reacciones de los entrevistados. Prácticamente todos afirman que podrían contar sin problema a un amigo, familia o pareja haberse hecho un tratamiento no quirúrgico. “Los buenos resultados en Medicina Estética hacen que los pacientes estén más motivados”; comenta el dr. Fernando Urdiales, “más contentos con su imagen rejuvenecida”. Además, el deporte resulta esencial: estar en forma y tonificado son dos puntos que, junto a un buen aspecto, resultan esenciales a la hora de sentirse bien uno mismo, según el estudio