Prevenir para curar
Nadie duda de lo importante que es la prevención en determinadas enfermedades, especialmente el cáncer. Tal y como afirma siempre Francesco Carrozzini, “cuando mi madre falleció, descubrí que nunca había ido a una revisión. Su generación no valoraba el tratamiento como prevención y esa es una de las principales razones por las que murió. A día de hoy, no puedo aceptar que muchas personas sufran porque no quieren o no pueden permitirse un tratamiento. Esta es la razón por la que puse en marcha este fondo y por la que he querido empezar con la genómica, que es la hoja de ruta de la vida de uno”. Es aquí donde Bethany Zettler hace especial hincapié. “Las generaciones anteriores trataban la enfermedad como algo ante lo que había que reaccionar, y este es el modelo de nuestro actual sistema sanitario. El objetivo de la genómica preventiva es identificar los riesgos para la salud antes de que se desarrolle la enfermedad. Por ejemplo, si alguien sabe que tiene más posibilidades de desarrollar un cáncer en función de su ADN, tiene más motivos para estar al día en sus revisiones y chequeos. Esta atención ayudará a detectar cualquier cáncer en una fase temprana, cuando es muy tratable, y por lo tanto permitirá a la persona vivir una vida más larga y saludable que si hubiera estado en la oscuridad con respecto a sus factores de riesgo.”