PATRICIA EN EQUILIBRIO
Fuera de las pantallas es una gran desconocida. Tímida y discreta, dice sentirse actriz y presentadora, y confiesa que le encantaría ser bailarina. Patricia Conde nos descubre las claves de su naturalidad y los bailes de moda para mantenerse en forma.
Está viviendo en Palma de Mallorca. De hecho, lleva más de una década a caballo entre la isla balear y Madrid, donde pasa parte de la semana por trabajo. Y viaja con frecuencia a París, una ciudad que le encanta. Hablando con Patricia Conde nos damos cuenta de que se sabe muy poco de ella, a pesar de ser un rostro televisivo muy conocido: «Siempre he huido de la sobreexposición y me ponen muy nerviosa los photocall, en los que van a analizar si vas bien vestida. Soy bastante tímida y lo paso fatal.»
Viéndote en la televisión, nadie diría que eres una mujer tímida.
No soy como me muestro delante de las cámaras. Trabajo con un guión e interpreto un papel. Mis trabajos en la televisión siempre han tenido que ver con la interpretación.
Sin embargo, la mayoría de la gente te ve como presentadora...
Las presentadoras reflejan su personalidad en pantalla, y yo no. Siempre he interpretado un personaje. Desde niña, he querido ser actriz.
A la vista de tu trayectoria, ¿crees que te resulta fácil hacer reír?
Sí, dicen que tengo una vis cómica... Pero mi ilusión es trabajar en proyectos modernos y creativos, como fueron en su momento ‘El Informal’ o ‘Sé lo que hicisteis’. De hecho, he rechazado algunas propuestas que no me convencían.
¿El trabajo no es tu prioridad?
Es importante, pero no necesito ponerme sin más delante de una cámara. Prefiero esperar antes que participar en un proyecto en el que no crea. Además, trabajo mucho, no de cara al espectador, pero diseño ropa, presento actos, he hecho la campaña de Tampax... Hay vida y trabajo después de la tele.
Viajas a París bastante a menudo, ¿qué vida haces allí?
Aprovecho que tenemos casa para ir con frecuencia, porque es una ciudad maravillosa. Me encanta pasear por el Barrio Latino, por los alrededores del Louvre, desayunar en una terraza... Me gusta ir al ballet, ver espectáculos, exposiciones...
Sales con el empresario Carlos Seguí. ¿Él te empujó a instalarte en Mallorca?
No, mi flechazo con la isla fue anterior. Empecé yendo de vacaciones y cada vez me he quedado más tiempo. Vivimos en un ático precioso frente al mar, desde el que se ve el puerto, la catedral... Lo acabamos de reformar y ha quedado precioso: minimalista, diáfano, con las paredes y los muebles blancos...
¿Te divierte la decoración ?
Me encantan las reformas, al contrario de lo que le pasa a la mayoría de la gente. He tirado abajo las casas de Palma y la de Madrid y has he rehecho a mi gusto. Me gustan las viviendas sencillas, que no estén recargadas... Con un look natural y auténtico que encaje con mi estilo de vida y mi forma de ser.
Ponerme delante de una cámara no es mi prioridad. Prefiero hacer otras cosas que participar en proyectos en los que no crea.»
BALLET
No hace falta emular a Natalie Portman en ‘Cisne negro’. Ser una gran bailarina exige sacrificio e iniciarse desde niña, pero hay centros que ofrecen clases de iniciación, cursos específicos y niveles intermedios para adultos.
EN QUÉ CONSISTE: «En trabajos de suelo y en barra para hacer pliés, flexionando las rodillas hasta que los músculos se vuelvan suaves y flexibles», explica Macarena Girón, profesora de ballet en el gimnasio femenino Arsenal de Madrid.
BENEFICIOS: «Mejora la coordinación, la flexibilidad y sobre todo la postura corporal», señala la experta.
OPINIÓN EXPERTA: «Se trata de una clase amable, para adultos, en la que no se hacen las posturas más exigentes ni técnicas del ballet, que es algo que se aprende de niña. Es divertida y relajante.»
DÓNDE: Arsenal (tel. 913 092 222).
RITMOS URBANOS
Funky, hip hop y ragga, originarios de los suburbios neoyorquinos, y la zumba, procedente de la fusión de ritmos latinos como la salsa, el merengue... Son las actividades estrella, no solo en las academias de baile, sino en gimnasios que los han incorporado a su oferta por su alta demanda. Además, mientras bailas no eres consciente de que realizas un ejercicio físico intenso.
FUNKY Y HIP HOP
Son diferentes pero comparten parecidos y en muchos casos se fusionan.
EN QUÉ CONSISTE: «En seguir una coreografía con movimientos rápidos y, en el caso del hip hop, combinadas con piruetas del breakdance o el rap», explica Mª Ángeles González, dtra. de la escuela de baile de Beatriz Luengo.
BENEFICIOS: «Es un ejercicio aeróbico de alta intensidad. En una sesión de baile
Mientras bailas y te diviertes no eres consciente de que realizas ejercicio. Pero tu cuerpo lo nota y lo agradece, y quemas hasta 800 calorías por sesión.»
se queman 500 calorías aprox. –más que en una de spinning– y se trabaja las piernas y glúteos, y también el tren superior.»
OPINIÓN EXPERTA: «En solo unas clases adquieres el nivel suficiente para divertirte. ¿Lo más difícil al principio? No perderte en la coreografía. Gracias a ello también trabajas la concentración y la memoria. Es muy desestresante. Por muy atacada que entres a la clase, sales nueva.»
DÓNDE: Escuela de baile Beatriz Luengo (tel. 913 821 715). Urban Fitness (www. urbanfitness.es).
RAGGA
¿Quieres bailar como una gogó? Esta fusión de reggae, dance y hasta danzas africanas es lo más parecido a los movimientos que se realizan sobre las tarimas de las discotecas.
EN QUÉ CONSISTE: «En bailar con marcados y energéticos movimientos de pelvis y pecho», señala Ángeles González.
BENEFICIOS: «Además del ejercicio cardiovascular, se tonifican cintura y caderas y se mejora la coordinación.»
LO MEJOR: «Serás la más cool. Es la última modalidad de baile que triunfa en escuelas neoyorquinas. Fue la propia Beatriz, que vive en Estados Unidos, la que la puso en marcha en la escuela.»
DÓNDE: Escuela de baile Beatriz Luengo .
ZUMBA
Creado por Alberto ‘Beto’ Pérez, el coreógrafo de Shakira, la propia palabra Zumba, que en colombiano significa ir de fiesta, revela la diversión que implica la práctica de esta actividad.
EN QUÉ CONSISTE: «Alterna movimientos rápidos y lentos al ritmo de distintas músicas, del reggaetton al merengue, o hip hop...», dice Ana Hernández, instructora de Zumba.
BENEFICIOS: «Se trata de un ejercicio 100% aeróbico –en una clase quemas entre 600 y 800 calorías–, que además ayuda a aumentar tu tono muscular y resistencia. Trabajas glúteos, piernas y también brazos y abdominales.»
LO MEJOR: «Moldeas todo el cuerpo en poco tiempo y esto ayuda a que ser más constante. Además, como todo baile, te hace sentir bien, controlar tu cuerpo y liberar la mente.»
DÓNDE: Reebook Sports Club (tel. 914 260 507) y Centros Curves (www.curves.es).