Los grandes desencadenantes
Cualquier alimento puede provocar este problema,
aunque la experiencia señala a los lácteos y a la harina de trigo como los grandes responsables. Sin embargo, su incidencia no se debe tanto a que sean más o menos ricos en histamina, sino a que son alimentos que tomamos muy frecuentemente. Reducir su presencia en la dieta haría que los síntomas y las molestias se redujeran o, incluso, desaparecieran.