MICHAEL
Adora viajar, Nueva York y la nueva celeridad de la Kors abre tienda moda. en Madrid y nosotros nos colamos en su mundo.
Su pasión por la moda no ha hecho más que crecer. Y eso que lleva consagrado a ella más de tres décadas. Michael Kors ha vestido a primeras damas, pero sigue entusiasmándose cuando ve uno de sus bolsos por la calle.
Después de todo este tiempo en la moda, ¿cómo ha cambiado tu visión?
Drásticamente (ríe). Cuando empecé, los diseñadores eran mucho más originales; ahora, tenemos esta moda global. Además, hace 31 años, para tener estilo y estar a la moda había que ser rico. Ahora, todo es más democrático y el concepto de vestir tu edad ha desaparecido. También viajamos mucho más e internet nos satura de información. Todo esto hace que la moda sea más interesante, no para de moverse.
Cuando empezaste tenías 21 años, ¿te costó?
Al ser tan joven, no tenía ni idea, no conocía ninguna de las reglas, y eso es muy bueno, al menos al principio. Tenía gente cosiendo y cortando en mi apartamento, vestidos en mi mesa del comedor... Pero soy muy afortunado, porque pude aprender despacio. Esperé tres años para mi primer desfile, quería asegurarme de que estaba preparado. Ahora, todo es muy rápido. Creo que para los diseñadores jóvenes es muy difícil porque todo es más público, estás expuesto y no puedes aprender en privado. No envidio a los que empiezan ahora.
¿Hay algo que te siga poniendo nervioso?
Los desfiles, pero es más ansiedad que nervios. Empleamos casi un año trabajando en algo y siempre miro a las modelos en el backstage, que están preciosas, parecen perfectas, y yo estoy listo. Soy como el padre que espera a que nazca su hijo. Y siempre pregunto: ‘¿Cuándo comenzamos?’ Y alguien me contesta: ‘Estamos esperando a alguien del público’. ¡Y yo quiero empezar ya! Realmente, lo único que me pone nervioso son las alturas. Me dan pánico.
¿Qué éxito te ha hecho más feliz?
El mayor éxito es hacer lo que amas. También me gusta ir a la calle y escuchar lo que me dice la gente. En Nueva York me paran y me enseñan lo que llevan. En mi profesión, el éxito es ver a gente que lleva mi ropa. Es emocionante. Anoche, cuando estaba cenando en Madrid, en diez minutos vi tres bolsos míos en mujeres muy diferentes. Eso me hace pensar que estoy haciendo bien mi trabajo.
¿Cómo refrescas tu mente?
Viajando... He estado la mayor parte de mi vida en grandes ciudades; así que me gusta escapar de ellas: viajar a playas preciosas, a las montañas. Me encanta la naturaleza con el lujo. Y si no tengo tiempo, entonces el teatro. Me recarga las baterías, me cambia la mirada. Y así estoy listo para empezar otra vez.
¿Qué has aprendido de tanto viaje?
Que el mundo se ha convertido en un sitio más pequeño. También he aprendido qué significa ser global. Para mí es importante ver cómo la gente vive en cada ciudad, qué hace cuando sociabiliza. Si vas a San Francisco, todo el mundo monta fiestas en casa; en Nueva York, van a restaurantes. Me gusta ver las diferencias de la etiqueta social. Almaceno toda esta información.
¿Hay quien te inspire especialmente?
Las mujeres que se ocupan de su carrera, su familia, la casa y que con todo esto, su aspecto siempre es fantástico. Y si además, tienes la cámara pública encima de ti, todo es más complicado. Mujeres como Michelle Obama, Angelina Jolie, Jennifer Lopez, Gwyneth Paltrow… Son listas, tienen opinión, adoran la moda pero también tiene una vida muy ocupada. Siempre pienso en ellas.
¿Cómo te ves en otros 31 años?
Tenemos que encontrar formas más eco de producir moda para no dañar la Tierra. Y quién sabe, abrir una tienda Michael Kors en Mongolia...