MIRANDA KERR UNA TOP EN FORMA
Considerada una de las diez mejores modelos del mundo, conquistó primero a Orlando Bloom y después Reebok, a la marca deportiva de la que es nueva imagen.
Los vecinos de Manhattan ven a menudo cómo una joven atraviesa rauda y veloz sus calles a lomos de una bicicleta roja vintage: es la modelo australiana Miranda Kerr. No importa que haya ascendido al Olimpo de las grandes diosas de la moda (es una de los ángeles de la marca Victoria’s Secret y gana cuatro millones de dólares al año), ella tiene los pies sobre la tierra y le gusta recorrer los senderos de Central Park con su hijo Flynn. Por ese espíritu deportista la marca Reebok la ha elegido como su nuevo rostro. ¿Qué te ha llevado a relacionarte con esta marca de prendas y calzado tan vinculadas con el deporte? Me encantó la campaña ¡Satisfaction’ que realicé con ellos, fue muy divertida pero, a la vez, la sesión de fotos tuvo todos los componentes profesionales que se dan cuando se hace una gran producción de moda. Además, me encantan sus prendas porque, aparte de cómodas, cuidan que los diseños y los colores sean bonitos para hacerte el ejercicio más entretenido. ¿Te gustaría emular a otras compañeras modelos y pasarte al mundo del diseño? Ahora mismo, no entra dentro de mis planes, pero es un sueño que cumpliré en el futuro.
Otro ya lo has cumplido: crear tu firma Kora Organics. Sí, hice lo que realmente deseaba, una marca cosmética realizada por farmacéuticos con productos orgánicos. A mí me encantan, especialmente la línea que tiene la rosa como ingrediente principal. ¿Cómo compaginas esa actividad tan frenética con reciente tu faceta como madre? Es duro, sobre todo porque mi hijo, Flynn, es aún muy pequeño. Desde que nació he reducido mi actividad laboral. De todas formas, puedo decir que soy una persona muy afortunada, porque mi pareja (el actor Orlando Bloom, padre del pequeño) me ayuda