Harvey Nichols
MOVIMIENTO OLÍMPICO Este verano de Juegos Olímpicos ha dado lugar a uno de los escaparates más espectaculares de la historia de Harvey Nichols, los grandes almacenes londinenses. Su espacio de Knightsbridge con Sloane Square, parada obligada de turistas y aficionados a la moda, no podía dejar de referirse al acontecimiento más importante del año en Londres, y lo ha hecho en una fantasía de animales que traspasan paredes, en medio de una explosión de colores flúor y ropa deportiva. El equipo creativo de los almacenes se inspiró en la energía y el movimiento vivido en la capital británica para elaborar esta salvaje instalación, una especie de versión estática del ‘stop motion’, construida con materiales afines: cables eléctricos, bandas elásticas, chips, placas de circuitos y paneles solares. El objetivo: una infinita sensación de velocidad.